Este artículo se publicó hace 15 años.
Amano toma la antorcha de El Baradei ante el creciente desafío de Irán
El japonés Yukia Amano inicia mañana su mandato como director general del OIEA, en sucesión del egipcio Mohamed El Baradei, en medio del creciente desafío que plantea Irán a la comunidad internacional por su polémico programa nuclear.
Fuentes diplomáticas de Viena dan por sentado que Washington, que apoyó con fuerza la candidatura de Amano y facilitó su nombramiento, tendrá aún más influencia en el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que con El Baradei, premio Nobel de la Paz 2005 que en su gestión intentó mantener una línea neutral.
"Se espera un endurecimiento de la política de sanciones contra Irán", dijo a Efe una fuente diplomática que pidió el anonimato.
Las principales potencias occidentales, con Estados Unidos a la cabeza, acusan a la República Islámica de desarrollar un programa atómico militar clandestino, pero Teherán rechaza esas alegaciones y asegura que necesita la energía nuclear para fines pacíficos.
También otros conflictos relacionados con el uso de la energía atómica, como el de Corea del Norte o Siria, ocuparán la agenda de Amano, pero el contencioso con Irán será el principal asunto que llene, al menos, buena parte del comienzo de su mandato de cuatro años.
Más aún después de que Teherán ni siquiera haya esperado la investidura del nuevo director para redoblar el desafío al organismo de la ONU encargado de velar por el uso pacífico de la energía atómica, con sede en Viena.
Y es que, tras más de un quinquenio de presión de la comunidad internacional para que Teherán suspenda el enriquecimiento de uranio, el Consejo de Ministros iraní aprobó ayer un proyecto de ley para la construcción de diez nuevas plantas para esa actividad, legítima, aunque de doble uso, civil y militar.
La decisión de Teherán se produce sólo dos días después de que El Baradei reconociese que el contencioso iraní "ha llegado a un callejón sin salida" y que la Junta de Gobernadores del organismo aprobara una resolución de condena contra Irán por la falta de transparencia de su programa nuclear.
El presidente del Organismo iraní de la Energía Atómica, Ali Akbar Salehi, afirmó hoy que la decisión de su país de edificar nuevas centrales nucleares es consecuencia de la resolución de condena aprobada el pasado viernes por el OIEA.
Al mismo tiempo, Irán ha pedido un cambio en la estructura del organismo, porque considera que la actual favorece la preeminencia de las grandes potencias, las que impulsaron la resolución condenatoria, que abre las puertas a una nueva tanda de sanciones contra Teherán en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Amano, tras ser nombrado director general por el plenario de la conferencia general del OIEA en septiembre pasado, eludió dar su opinión sobre este conflicto, limitándose a expresar su esperanza en el diálogo, y prometió ser "imparcial, profesional y confiable".
El diplomático japonés, de 62 años, destacó además que el OIEA debe abordar todo un abanico de problemas, incluido el cambio climático, frente al cual la tecnología atómica se ofrece como alternativa más limpia al uso de combustibles fósiles.
El mundo se enfrenta a "un creciente riesgo de proliferación y terrorismo nuclear, además de una creciente demanda energética, junto con la preocupación sobre crecientes emisiones de gases contaminantes" que causan el efecto invernadero, dijo Amano entonces.
"Estos desafíos son asuntos globales y el organismo tiene la habilidad y responsabilidad de enfrentarlos con el uso de energía nuclear", añadió.
En un comunicado difundido hoy en Viena, el OIEA anunció que Amano se presentará mañana ante la prensa gráfica en la sede del organismo, una cita en la que, sin embargo, no responderá a preguntas de periodistas.
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