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Ambiente on line

Gays y lesbianas producen ficciones propias para exhibirlas mediante internet

ESMERALDA MARTÍN

Cansados de las figuras edulcoradas y tópicas con las que el colectivo homosexual es retratado por la caja tonta, gays y lesbianas encontraron un referente audiovisual en series televisivas “de ambiente” como Queer as folk (para ellos) y The L World (para ellas). Al hilo de estas experiencias, algunos ya han tomado el testigo en España y se han montando sus propias series. Online: eso sí. Los canales grandes aún no abren hueco.
Resulta sorprendente la explosión de productos destinados a la pantalla del ordenador hechos por y para gays y lesbianas, respectivamente. Con diferentes fechas de salida e itinerarios, estas series surgen al hilo del vacío audiovisual de productos para el colectivo, muy conscientes del público potencial que tiene ese hueco, y fuertemente empujadas por el éxito de proyectos afines.
Los chicos fueron los primeros en encender la cerilla y montar Lo que surja, una producción del colectivo audiovisual valenciano Singermorning, donde desgranan las escenas cotidianas de un grupo de chicos gays.
Su éxito inspiró a las chicas y llegaron los retratos del día a día en clave lésbico: primero Apples, con su primer capítulo ya estrenado, y después Chica busca chica, ultimando aún su fecha de estreno.
Estos proyectos ruedan gracias a los motores de la autofinanciación, ajenos a cuotas de mercado y restricciones comerciales, aunque reciben un buen apoyo por parte de medios y negocios relacionados con el mundo LGTB.
Con equipos de trabajo jóvenes y desinteresados, y muchos amigos alrededor echando una mano como pueden, los creadores de estas series fabrican el minutaje de sus productos con los medios a su alcance: nada de exquisiteces, aunque la relación calidad-precio sea más que satisfactoria. Otro punto en común es que los tres proyectos apuestan por el formato breve: miniseries con capítulos de entre 5 y 15 minutos de extensión.
En ese espacio de tiempo, las tramas desarrollan encuentros y desencuentros de chicos con chicos y chicas con chicas, enredos típicos de esos que pasan todos los días y, cómo no, zozobras sentimentales contadas con la mayor naturalidad y, sobre todo, con mucho sentido del humor.


Todos los públicos
Aunque estas series apuestan por un público generalista liberado de prejuicios, sus destinatarios principales son gays y lesbianas. Su medio de distribución principal es internet, que les permite lanzarse sin restricciones y expandirse por todo tipo de mercados, aunque su ideal sería exportar a soportes mayores. De momento, sus propias páginas les sirven de canal ideal (y bien barato) de emisión y distribución, y plataformas como youtube, blogs y demás enclaves cibernéticos, incentivan la promoción boca a boca.

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