Público
Público

La ambigüedad del Ejército egipcio aumenta la indignación de los manifestantes

EFE

El anuncio del Ejército egipcio haciéndose garante de las reformas que se piden en la calle, pero sin cuestionar al presidente Hosni Mubarak, ha aumentado la indignación de los manifestantes, que hoy mantienen su protestas masivas contra el régimen.

La ambigüedad de los militares tras el discurso pronunciado anoche por Mubarak, en el que anunció que cedía parcialmente sus prerrogativas pero sin renunciar al poder, ha acrecentado aún más la frustración en las calles de El Cairo y otras ciudades, como Suez y Alejandría.

Decenas de miles de personas permanecen congregadas en la cairota plaza Tahrir, donde exigen la salida de Mubarak, mientras miles se han desplazado a la sede de la televisión pública, rodeado por carros de combate y el punto más custodiado por el Ejército después del Palacio Presidencial, también escenario de protestas.

La decepción e indignación de los manifestantes, que habían sido llamados a que la jornada de hoy se convirtiera en la manifestación de los 20 millones, en un país con una población superior a los 80, aumentó tras el anuncio del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, presidido por el ministro de Defensa, Mohamed Husein Tantaui.

Al término de una reunión, el Consejo garantizó en un comunicado el fin de la Ley de Emergencia, vigente en el país desde 1981, "inmediatamente después de que acabe la situación actual" y prometió que no perseguirá a los "honorables (ciudadanos) que rechazaron la corrupción y pidieron las reformas".

Lejos de apaciguar los ánimos, el denominado "comunicado número 2", tras el divulgado ayer por el máximo órgano militar, ha despertado los recelos de la población, que exige al Ejército que se posicione en la batalla entre los manifestantes y el régimen.

No obstante, es posible haya un nuevo comunicado de la cúpula castrense en las próximas horas, que "cumplirá con las demandas del pueblo", según afirmó el general retirado del Ejército y analista militar Talat Musalam a la cadena catarí Al Yazira.

Hasta ahora, las Fuerzas Armadas de Egipto se han mantenido neutrales en la crisis política que atraviesa el país. Aunque han calificado como legítimas las demandas de la revuelta popular, no se han sumado a las protestas y mantienen firme la línea de mando, encabezada por Mubarak, como jefe supremo de las Fuerzas Armadas.

El premio nobel de la paz Mohamed el Baradei insistió hoy en la necesidad de que el Ejército se sume a la revuelta popular, porque el poder del pueblo "no puede ser aplastado".

"Todavía confío en que el Ejército se pueda unir", afirmó El Baradei en un mensaje publicado en la red social Twitter. "La nación entera está en las calles. La única salida para el régimen es que se vaya", agregó.

Anoche, después de que Mubarak anunciara que delegaba parte de sus funciones al vicepresidente Omar Suleimán, El Baradei dijo que "Egipto explotará", un peligro del que también advirtió hoy el líder espiritual Ahmed al Tayeb, para quien la continuación de las protestas "después de todas las garantías (ofrecidas), es un llamamiento al caos".

"Antes decía a nuestros hijos que tenían que seguir con el milagro conseguido (en la plaza de Tahrir), pero ahora el verdadero héroe es quien sabe retirarse en el momento adecuado", dijo Al Tayeb, que encabeza la institución islámica Al Azhar, la más prestigiosa del país.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias