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Ana Guevara se va del atletismo cansada, con pesimismo y rencor

EFE

En su último día como deportista de alta competencia, la mexicana Ana Guevara, subcampeona olímpica de atletismo, mostró hoy cansancio, pesimismo y un rencor que la hicieron verse lejos de la guerrera que llegó a ser la mejor corredora del mundo en los 400 metros.

"Mientras más conozco a la gente más quiero a mi perro", fue una de las frases duras de la velocista que en poco más de una hora de conferencia de prensa este miércoles ofendió con malas palabras a los dirigentes y utilizó un lenguaje fuerte.

Guevara, de 30 años, es la mejor corredora de 400 metros de Iberoamérica en la historia, con un tiempo de 48,89 segundos, logrado en el 2003, con el que se coloca novena en todos los tiempos y segunda en la última década.

"Me siento triste, consternada porque retirarme no era mi propósito en este el momento, pero no compagino con el sistema del deporte actual", dijo la atleta, tres veces monarca panamericana.

Vestida con ropa deportiva, con chaqueta, gorra color rosa y un pantalón morado, Guevara aseguró que sus denuncias a los dirigentes del deporte se dieron hasta ahora porque es cuando tiene pruebas y no porque quiera poner una nube a su baja de rendimiento.

"Tengo las condiciones para llegar a la final en los Juegos Olímpicos de Pekín'08 y allí luchar por las medallas. No estoy acabada, pero ya no puedo formar parte de una delegación", comentó la velocista al anunciar su retiro de las pistas.

Aunque agradeció a su familia, al entrenador Raúl Barreda y a sus compañeras de equipo, dejó claro que poner punto final significa alejarse de todo y no dará consejos a ninguna corredora, sino que se sentará a esperar a ver quién llena su espacio y en qué tiempo.

"Ayudar a las jóvenes es responsabilidad del entrenador, yo voy a despedirme, a desocupar mi habitación en la villa de los deportistas y de aquí en adelante lo que suceda en el deporte mexicano no es algo que me preocupe", agregó.

Después de los Mundiales de Atletismo de Osaka'07, en los que quedó sin medalla por primera vez en los últimos cuatro campeonatos, la mexicana se distrajo de sus entrenamientos y enfocó su atención en denunciar a los dirigentes, sobretodo al presidente de la Federación Nacional de Atletismo, Mariano Lara.

Prometió no ir a Pekín'08 sino echaban al directivo y en sus declaraciones a los periodistas hablaba cada vez menos de sus tiempos. Poco a poco sus peleas aumentaron de tono y se escaparon de su control, frustrada porque los dirigentes apenas le hicieron caso.

Hoy reconoció que las irregularidades y la impunidad llevan décadas, pero ella no tenía pruebas y rechazó que su acto de rebeldía esté relacionado su modesto lugar en la lista mundial del año pasado, décimo, ni por el hecho de que lleve dos temporadas sin bajar de 50 segundos, un límite modesto en sus buenos tiempos.

En uno de los momentos de la conversación con los medios, la atleta fue sincera y dejó entrever que el cuerpo tiene un tiempo de duración y el retiro tenía que llegar. Es decir que sus diferencias con los directivos no fueron la única causa del adiós.

"Lo poco de hambre que me quedaba se acabó después del Mundial de Osaka, cuando tuve acceso a la información y pude tener pruebas para denunciar",agregó, y sin darse cuenta reforzó la idea que rondaba hace tiempo, aunque aún la semana pasada había pronosticado su despedida en los Juegos Panamericanos de Guadalajara, en el 2011.

"En el año 2002 hice un comercial en el que simulaba anunciar mi retiro y debieron grabarlo varias veces porque se me quebraba la voz, pero ahora llegó el final de verdad", dijo en el único momento en el que pareció romperse delante de los comunicadores.

Ayer pasó el día deprimida mientras hacía cartas y recibía llamadas inoportunas. Por la madrugada sólo durmió dos horas y hoy se le vio con una mirada muy triste. Todo ajeno a la imagen de la mujer que en el 2003 rompió la marca mundial de los 300 metros y meses después se hizo campeona mundial de los 400.

Entonces los dirigentes también eran acusados de ineptos y sometidos a juicios, pero ella vivía su sueño y gracias a esa concentración fue la mejor.

Estos son los mejores tiempos de Ana Guevara temporada por temporada:

Temporada Tiempo

1996 54,75

1997 52,46

1998 50,65

1999 50,70

2000 49,70

2001 49,97

2002 49,16

2003 48,89

2004 49,53

2005 49,81

2006 50,43

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