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Ana Patricia Botín refuerza su posición en el grupo Santander

Deja la presidencia de Banesto para dirigir la filial británica, tras la marcha de Horta-Osório. Da un paso más en la carrera por la sucesión y se afianza como una de las grandes banqueras mundiales

VIRGINIA ZAFRA

La sucesión de Emilio Botín (76 años) en el grupo Santander no es un debate candente en este momento en el banco, aunque se acerca inexorablemente y cada movimiento en la cúpula se interpreta en clave de carrera sucesoria. El patriarca no tiene intención de retirarse por ahora (su padre no lo hizo hasta los 83 años), pero poco a poco va preparando a su probable sucesora, su hija Ana Patricia, de 50 años. La decisión del portugués António Horta-Osório, hasta ahora consejero delegado de Santander UK –la filial en Reino Unido–, de irse a dirigir el gigante británico Lloyds le ha marcado el momento para situar a Ana Patricia en un escalón superior. Ayer dejó la presidencia de Banesto para convertirse en consejera delegada de la división británica y se afianza como una de las banqueras con más influencia en el mundo.

Deja así una entidad con unos activos de 126.000 millones de euros, para gestionar más de 235.000 millones, incluidos los 25.000 millones que le aportan las 318 oficinas de Royal Bank of Scotland recientemente adquiridas y cuya integración no estará finalizada hasta la segunda parte de 2011.

Es la gran prueba internacional que le falta a la ejecutiva. En Banesto ha demostrado en los últimos ocho años que sabe administrar de forma solvente un banco nacional y que es capaz de enfrentarse a una crisis tan dura como la que atraviesa España y su mercado financiero. Ahora tiene que convencer a los mercados mundiales de que puede hacer lo mismo con una entidad más grande y de mayor proyección internacional.

La dirección de Santander UK será su gran examen internacionalAna Patricia Botín se moverá en la City londinense con los grandes inversores mundiales. Y aunque es un paso adelante en su carrera, también se enfrenta a muchas dificultades. Será un examen muy complicado dado que la economía británica sólo empieza a salir de la crisis y buena parte de las entidades financieras siguen intervenidas por el Estado porque no fueron capaces de hacer frente a la crisis ellas solas y todavía siguen sin poder hacerlo. De hecho, uno de los grandes logros de Horta-Osório, y que le han hecho merecedor del cargo de primer ejecutivo de Lloyds, ha sido la buena gestión de las adquisiciones que Santander realizó en el país (Alliance & Leicester, Bradford & Bingley y las oficinas de RBS) aprovechando la crisis que azota a sus competidores.

Pese a la dificultad de la empresa, los años que ha pasado Ana Patricia Botín al frente de Banesto le servirán de gran ayuda. Durante este tiempo se ha centrado en modernizar la entidad y ha prestado especial atención a las pequeñas y medianas empresas, precisamente dos retos que tendrá que afrontar ahora en el que hasta hace unos pocos meses se denominaba Abbey. Los 450 millones de euros que ganó Banesto en los nueve primeros meses se convertirán ahora en 1.500 millones en Reino Unido (la filial británica aporta el 18% de los beneficios del grupo, sólo por detrás de Brasil, que representa el 25%). Ayer, en un comunicado, aseguró que asume el reto con “mucho entusiasmo” y se mostró “segura” de que la entidad llegará a ser “el mejor banco de Reino Unido”.

Si el guión sigue según lo previsto, Ana Patricia Botín no tendrá que enfrentarse a la sucesión hasta dentro de varios años, pero no tendrá tanto tiempo para convencer a los inversores internacionales de su valía. En el primer semestre de 2011, el grupo tiene intención de sacar a bolsa hasta el 20% del capital de la filial británica y cuanto mejor valorada esté la presidenta, mejor saldrá la colocación, en la que se podrían ingresar hasta 4.000 millones de euros, que tan bien vendrán en un periodo de escasez de ingresos como el actual.

De momento, la bolsa no ha aplaudido. La cotización de Banesto –de donde sale– bajó ayer un tímido 0,17% y las acciones de Santander –a donde llega– cayeron un 3,52%, también castigadas por la negativa evolución del sector financiero en su conjunto.

Su salida de Banesto supondrá pocos cambios en la entidad y se mantendrá una política de continuidad. La presidencia la ocupará Antonio Basagoiti (consejero de Santander y ex presidente de Unión Fenosa), aunque no será ejecutivo. La gestión quedará en manos de José García Cantera, que en los últimos cuatro años ha sido consejero delegado. Ahora añade nuevas funciones a su cargo y pasa a formar parte del Comité de Dirección de Banco Santander. Basagoiti, hijo de banquero y padre de Antonio Basagoiti (presidente del PP en el País Vasco), ha sido hombre de confianza de Botín desde la fusión con el Central Hispano, de donde procedía.

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