ANÁLISIS - Un Berlusconi vengador quiere domar a los tribunales

El primer ministro Silvio Berlusconi, despojado de su inmunidad para ser juzgado, estudia contraatacar con reformas del sistema legal que podrían estar teñidas de venganza.

Lejos de quedar humillado por un poder judicial que se atrevió a desafiarle, el primer ministro conservador amenaza ahora con "revolucionar" un sistema legal lento al que acusa de tener prejuicios y ser de izquierdas.

Berlusconi no parece dispuesto a aceptar dócilmente la decisión del Constitucional, que dictaminó el 7 de octubre que la inmunidad que él se había diseñado a su medida violaba el principio de igualdad ante la ley.

El primer ministro tendría un amplio apoyo a unas reformas que evitaran que hubiera casos estancados durante una década o más. Sin embargo, la oposición dice que el verdadero propósito de Berlusconi es dominar a unos magistrados a los que en el pasado ha calificado de "cáncer" y de querer buscar su propia inmunidad por otras vías.

Algunos medios temen que las reformas estén teñidas por el odio no enmascarado del magnate de los medios hacia los representantes de la justicia, a los que culpa de haberle implicado en 109 casos y haberle obligado a pagar 200 millones de euros en costas desde que entró en política en 1993.

Sin embargo, los diplomáticos citan el lento y opaco sistema legal como un importante impedimento para la inversión, y la gente de a pie relata casos que han durado años.

"Cada vez que un ciudadano entra en contacto con el sistema legal, es una pesadilla", dijo el encuestador italiano Luigi Crespi. "Si (Berlusconi) viene y dice que quiere reformar el sistema, ¿no cree que tendrá la aprobación de la gente?".

El ministro de Justicia, Angelino Alfano, se queja de que los tribunales civiles tardan de media unos 960 días en tener una sentencia, 1.500 más en el caso de que haya apelación y tienen acumulados 5,4 millones de casos.

Los tribunales penales tardan de media 420 días en ofrecer una sentencia y tienen pendientes 3,6 millones de casos, dijo Alfano, que está preparando las reformas que se remitirán al Parlamento.

"Los recursos paralizados en polvorientos y desorganizados archivos judiciales quitan la vida a nuestra economía y la hacen poco apetecible para la inversión extranjera", escribió en la revista Panorama.

Crespi dijo que mucha gente de a pie estaba de acuerdo en que la inmunidad del primer ministro era injusta, pero la reforma del sistema legal "es algo que llevamos esperando 20 años".

PROTESTA DE "CALCETINES TURQUESA"

El último revés legal al imperio mediático de Berlusconi fue una demanda por daños de 750 millones de euros este mes por sobornar a un juez en una batalla editorial en los años 90.

Sin embargo, el autor estadounidense Alexander Stille dice que el primer ministro ha usado sus canales de televisión de Mediaset para iniciar una "campaña mediática implacable" de cara a convencer a Italia de que los tribunales son "fundamentalmente hostiles a Berlusconi y están decididos a derrocarle".

como llevar calcetines turquesas. Los magistrados respondieron poniéndose calcetines del mismo color para quejarse de los ataques a su independencia.

Su principal preocupación es el plan de Berlusconi de separar la carrera de juez de la de fiscal. Él argumenta que esta institución tiene prejuicios y le gustaría que el Ministerio de Justicia tuviera más influencia.

"Para mí, los jueces son como sacerdotes, les respeto enormemente y me gustaría que fueran realmente independientes", dijo Giulia Bongiorno, abogada y responsable del comité de justicia de la Cámara Baja del Parlamento que revisará las reformas propuestas.

"Pero me gustaría que fueran independientes del todo: de la fiscalía y de los políticos", dijo al Corriere della Sera.

El proyecto de reforma también incluye reducir el uso extendido de grabaciones telefónicas en los tribunales, que a menudo se filtran a los medios, y una vuelta a la cuestión de la inmunidad, que se extendería a todos los parlamentarios en lugar de sólo a los cuatro más altos cargos del país.

Mientras que sus aliados piden un amplio consenso respecto a temas tan delicados, el primer ministro, de 73 años, dice que "apelará a los votantes" directamente con un referéndum si el Parlamento no coopera.

Esta impaciencia con los procedimientos parlamentarios y la impresión de que su celo reformista es en su propio beneficio causa tensión con sus aliados y alimenta las críticas en la prensa extranjera, que ha llegado a recomendar a Berlusconi que dimita.

Sin embargo, el encuestador Maurizio Pessato, de SWG, dijo que el retrato de un líder debilitado por escándalos sexuales y despojado de inmunidad no estaba respaldado por los sondeos. Eso muestra que la aprobación de Berlusconi permanece estable aunque los niveles de apoyo hallan bajado por debajo del 50 por ciento.

"En ausencia de una alternativa política, el declive se ha frenado", dijo Pessato. "El centroderecha es muy consistente y dado que no hay alternativa política a él, Berlusconi puede realmente ponerse a prueba, puede ser más agresivo".