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Andalucía vigilará las clínicas de estética para proteger al menores

Tendrán que presentar al cliente, antes de la operación, su tasa de éxito y fracaso

RAÚL BOCANEGRA

La Junta de Andalucía se ha decidido a controlar los servicios de las clínicas de cirugía estética para proteger a las menores. Ante el auge de la demanda en jóvenes, sobre todo mujeres (el 85%) exige –en un decreto que aprobará de forma inminente– a los centros privados que hagan públicos y presenten a las clientes, antes de cada operación, los datos de las tasas de éxito y efectos secundarios de la intervención en la clínica escogida.

La Junta también les insta a presentar una memoria anual en la que se recojan las instalaciones y medios con que cuentan: los quirófanos, las salas de despertar y las unidades de reanimación de que disponen. Deberán además acreditar las certificaciones de los títulos de especialista en cirugía plástica, estética y reparadora y de las demás especialidades de los profesionales que trabajen para ellos. Salud, con María Jesús Montero a la cabeza, calcula que en toda España se dedican a esta actividad unos 6.000 médicos, de los que sólo el 10% están titulados para operar.  

“La tasa de efectos secundarios de estas intervenciones no es despreciable. Aunque la mortalidad es baja, existe, y debe recordarse que se produce sobre personas previamente sanas”, reza un informe de la Consejería de Salud. “Es llamativa –agrega el texto– la frecuencia con la que se constata la ausencia de información sobre los riesgos y efectos secundarios cuando, en los casos de medicina estética, la obligación de informar es mayor que en los casos de medicina curativa”. El decreto exigirá a la menor que otorgue su consentimiento informado –procedimiento médico formal que debe reunir al menos tres requisitos: voluntariedad, información y comprensión– .

La nueva regulación prevé que los menores de 18 años deberán recibir toda la información sobre la operación, los resultados que se esperan, los riesgos probables, las contraindicaciones y la posibilidad de operaciones futuras. En Andalucía hay registrados 153 establecimientos de cirugía estética.  Como requisito, el decreto establece que un profesional ajeno a la clínica elabore un informe que permita valorar si la joven comprende todos los riesgos y beneficios de la operación. El cirujano lo tendrá en cuenta a la hora de tomar una decisión.

A partir de los 16 años, cuando el informe psicológico y la valoración del cirujano sean positivos, la decisión le corresponderá a la menor, pero la opinión de los padres deberá ser tenida en cuenta. Entre los 12 y 16 años, las jóvenes pueden dar su consentimiento, pero se necesita la autorización de los padres o tutores. Antes de los 12 años, el consentimiento lo otorgarán siempre los padres.

“La mejora de la técnica quirúrgica y el incremento del nivel socioeconómico, los estereotipos y valores dominantes y el desarrollo de una oferta de fácil acceso han facilitado la socialización” de [la cirugía estética], según Salud. De las casi 400.000 operaciones que se llevaron a cabo cada año en todo el país, el 5% presentaron complicaciones leves, y se estima que una de cada diez dejó secuelas, según la Sociedad Española de Cirugía Estética. España es el cuarto país del mundo en estas intervenciones y el de la UE donde más prótesis mamarias se implantan, alrededor de 50.000 al año.

El negocio de la cirugía estética mueve en torno a los 1.400 millones de euros. Y el crecimiento está en tornos al 5% por año.

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