Este artículo se publicó hace 13 años.
Andy McCluskey asegura que OMD va a intentar crear otra vez el sonido del futuro
Han pasado más de treinta años desde que lanzó su primer álbum, pero Andy McCluskey, cofundador de OMD, que actuará en Madrid el 14 de junio, reconoce que el grupo atraviesa una época muy emocionante en su carrera y añade: "Vamos a intentar crear otra vez el sonido del futuro".
Otra vez, porque los integrantes de OMD ya lo hicieron cuando a principios de los ochenta lanzaron discos como "Orchestral Manoeuvres in the Dark" o "Organisation", que han marcado el estilo de muchas de las bandas actuales.
"Ellos aman la música electrónica, treinta años después vuelve a estar de moda", dice en la entrevista con Efe en referencia a grupos como Hot Chip, MGMT o Cut Copy, que han triunfado en los últimos años con un electro pop con reminiscencias ochenteras.
Todo lo contrario de lo que vivieron en sus inicios, cuando el prog rock de los setenta movía masas. "Todos mis amigos escuchaban Génesis y Pink Floid", dice.
Pero un día de 1975, en la radio, McCluskey escuchó Autobahn, de los alemanes Kraftwert. "¡Guau, es diferente, me gusta, las melodías son realmente interesantes!" recuerda, no sin cierta nostalgia, haber pensado en aquella ocasión.
Quedó tan impresionado con el sonido de la banda germana que ese mismo año fue a verlos al concierto que dieron en el Liverpool Empire Theatre.
"Puedo recordarlo perfectamente, fue el 11 de septiembre y me senté en el asiento Q36", relata emocionado. "Cuando les vi aparecer con baterías electrónicas y sintetizadores pensé 'quiero hacer eso'. Aquel fue el primer día del resto de mi vida", asegura.
Junto a uno de sus amigos de la infancia, Paul Humphrey, emprendió varios proyectos hasta que en 1978 crearon Orchestral Manouvres in the Dark. "Sólo nos contrataron para un concierto, pero tuvo tanto éxito que pronto nos propusieron dar otros", recuerda.
"Electricity", "Enola Gay", "Souvenir", sus éxitos se iban sucediendo sin que la fórmula diese signos de agotamiento y, ni siquiera la separación del dúo en 1988, impidió que tres años más tarde Andy McCluskey publicase "Sugar Tax".
Fue la nueva ola de grupos llegados del Reino Unido la que inició la decadencia de OMD: "Todas las generaciones rechazan a la anterior -apunta-. En los noventa el monstruo de la música rock volvió en forma de britpop, que se oponía a la música electrónica".
Por eso en 1996, cansado del desinterés del público por la música electrónica, McCluskey se retiró: "Estábamos solos, las modas habían cambiado, las bandas de sintetizadores ya no se llevaban", comenta.
Pero el rechazo generacional que tanto daño les hizo en los noventa, les volvería a poner en orbita a mediados de la década pasada, cuando la influencia en las nuevas bandas de grupos como Oasis, Blur o The Smiths comenzó a diluirse en favor de los ritmos electrónicos.
"Había nuevos artistas que nos mencionaban como influencia, nuevos fans, así que en 2007 nos pusimos en gira, dimos cuarenta conciertos en Europa", cuenta del año en el que regresó Paul Humphreys. "Creo que volvíamos a disfrutar los dos juntos", señala.
En 2010 publicaron un nuevo disco, "History of Modern", en el que, como curiosidad, incluyen "Sister Marie Says", una canción que descartaron cuando eran jóvenes "porque se parecía demasiado a Enola Gay".
Sin la presión "de que la compañía te diga que tienes que tener listo el nuevo disco para Navidad", y con la misma libertad que sentía cuando era un adolescente, McCluskey concluye: "Si seguimos teniendo buenas ideas puede que aguantemos mucho tiempo".
Los conciertos de OMD en España serán el 14 de junio en el Madrid Arena y el 15 en la sala Apolo de Barcelona.
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