Este artículo se publicó hace 15 años.
Los años 80 irrumpen con colores llamativos y rock en la Moda de Milán
Los años 80, con sus colores briosos y llamativos y sus notas de desenfrenada música rock, fueron los dueños absolutos de la segunda jornada de la Semana de la Moda femenina de Milán para la primavera-verano 2010.
El inicio de la pasarela corrió a cargo de Enrico Coveri, cuya colección fue diseñada por el joven estilista Francesco Martini Coveri, que se inspiró en el estilo alegre, vivo y optimista de los años 80, armonizado con la refinada elegancia de las divas chic a lo Jacqueline Kennedy.
Sus vestidos de seda, con fajas que aprietan la cintura y faldas que revolotean, están dominados por los colores llamativos, como el fucsia, el amarillo, el rojo y sobre todo el verde, y llevan decoraciones florales y estampados con el diseño de un cactus, realizado por el modista como símbolo de feminidad.
Indefectibles son las lentejuelas, reinas absolutas de la firma, que adornan trajes cortos y ligeros o pantalones muy cortos.
Hoy volvió a la pasarela de Milán la exuberante argentina Belén Rodríguez, que desfiló para la línea de la casa de moda italiana Les Copains, caracterizada por vestidos de estilo agresivo y descarado, que ponen en evidencia el pecho y que están dominados por el color negro y las transparencias combinados con zapatos con tacones altísimos.
Blugirl, firma de la casa de moda italiana Blufin dedicada a las jóvenes, llevó a la pasarela a chicas de una elegancia refinada y delicada, como arregladas muñecas de porcelana blanca, que se visten sólo de trajes de faldas o pantalones largos, dominados por los colores beis, rosa palo y blanco roto.
Sin embargo, por la noche, estas jóvenes mujeres clásicas osan en su vestimenta y lucen vestidos cortos con tirantes en forma de globo, decoraciones florales e inspirados en el mundo animal y de colores fuertes y llamativos.
Tampoco faltan los bañadores, blancos con la inscripción roja "I love you", y los vestidos de novia, cortos sobre la rodilla y con con aplicaciones florales, que se encuentran también en el velo.
El modista sardo Antonio Marras creó una colección que está dedicada a la fallecida Teresa Strada, la presidenta de la organización no gubernamental Emergency, con una mujer delicada y frágil a primera vista, pero determinada y resuelta.
Sus modelos lucen vestidos de chifón muy ligero, dominados por cascadas de encaje y colores pálidos y delicados, como el rosa claro y el azul celeste, sin olvidar las rayas marineras y los collares de tejido o de piedras preciosas.
Just Cavalli, la línea para jóvenes del estilista italiano Roberto Cavalli, se inspira en el estilo brioso y loco de los años 80 y viste a chicas enérgicas y provocadoras, que van a las discotecas todas las noches.
Así, triunfan vestidos cortísimos, ceñidos y escotados, que dejan ver los corsés de encaje, lentejuelas coloradas, zapatos con tacones exagerados, vaqueros rasgados y drapeados con franjas.
Giorgio Armani saltó a la pasarela con vestidos cortos y ligeros, que están dedicados a mujeres maduras en el gusto, refinadas y sofisticadas con diseños que recuerdan el arte Bauhaus, por los drapeados, los bordados, los cinturones y los colores llamativos, sobre todo el azul eléctrico y el fucsia.
D&G, la línea para jóvenes de los estilistas italianos Dolce y Gabbana, lanzó una colección que se inspira en la mujer del Lejano Oeste, determinada, segura de sí misma y descarada por el día y sensual y provocadora por la noche.
Esta mujer sabe conjugar anchas camisas masculinas de denim o piel y vaqueros rasgados con faldas muy cortas con volantes y bustieres que realzan las formas del pecho.
Sin embargo, el gran evento de esta segunda jornada fue el desfile de C'N'C' Costume Nacional, la línea para jóvenes diseñada por el modista Ennio Capasa, que organizó un verdadero espectáculo rock, para el cual eligió la Piazza Duomo como escenario.
La colección presentada por Capasa se inspira en los vestidos que estaban de moda en los años 70, pero el estilista los reconsideró para adaptarlos al gusto rock de los adolescentes de hoy.
La pasarela fue inundada por colores ecológicos, sobre todo el negro de quina y el azul cobalto, camisetas muy anchas, tejidos militares, zapatos con tacones vertiginosos y faldas sin término medio, o cortísimas o larguísimas.
Sólo en los años 80 los desfiles de la Semana de la Moda tuvieron lugar en la plaza principal de la ciudad y la idea fue lanzada por el estilista Nicola Trussardi.
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