Este artículo se publicó hace 14 años.
El "aprendiz" Mourinho fija la mirada en su mentor Van Gaal
El entrenador del Inter de Milán, José Mourinho, ha destruido los sueños de equipos como el Chelsea y el Barcelona en la Liga de Campeones, aunque ahora se enfrenta a una amenaza más silenciosa y familiar, la de Louis van Gaal en la final del mes próximo ante el Bayern de Múnich.
El extrovertido portugués tendrá que ser más astuto que su antiguo mentor Van Gaal cuando su equipo se mida con el Bayern el 22 de mayo en el estadio Santiago Bernabéu.
Mourinho fue asistente de Van Gaal durante su período como entrenador del Barça a finales de los años 90 y luego se fue a dirigir al Oporto, club con el que fue campeón de Europa en 2004.
El autoproclamado "hombre especial" luego sorprendió en la Premier League guiando al Chelsea a ganar dos títulos.
Con personalidades opuestas, ambos entrenadores están buscando un triplete de trofeos esta temporada, tanto en sus ligas y copas domésticas como en la Liga de Campeones.
Poco después de que, alimentado por su adrenalina, cruzara el Camp Nou corriendo y agitando sus puños en dirección a los aficionados del Inter, Mourinho tuvo elogios para el Bayern y Van Gaal.
"El Bayern tiene un gran equipo con mucha calidad. Tienen una gran tradición en la Liga de Campeones y un gran técnico", dijo el portugués de 47 años después de que la derrota 1-0 ante el Barcelona le diera al Inter el billete a la final con un marcador global de 3-2.
"Ellos son un ejemplo para muchos clubes. Mantuvieron a Van Gaal después de un mal comienzo y ahora están en la final", agregó.
Tal vez no sorprenda debido a su anterior proximidad, pero el Inter de Mourinho y el Bayern de Van Gaal tienen estilos de juego similares.
Sus equipos están construidos en base al trabajo duro, la disciplina y centrocampistas tenaces como el argentino Esteban Cambiasso, del Inter, o Bastian Schweinsteiger, del Bayern.
Los defensas sólidos y de buen porte como el brasileño Lucio y el argentino Walter Samuel en el conjunto italiano, se compensan con Daniel van Buyten y el también argentino Martín Demichelis en el centro del conjunto bávaro.
MOURINHO, ELOGIADO
Incluso Mourinho, cuya relación con medios italianos no podría ser peor, se ganó los elogios en los periódicos del jueves.
"Es la justa recompensa para los leones heroicos de Mourinho", expresó La Gazzetta dello Sport sobre lo que el entrenador definió como "la derrota más dulce de mi vida".
"Mourinho se merece gran parte del crédito. La mejora en el equipo, de uno que era genial en casa pero tímido fuera, ha sido increíble", señaló una editorial del Corriere dello Sport.
Si Mourinho puede hacer que el imperturbable Van Gaal se salga de sus casillas con sus famosas estrategias mentales antes de la final, está por verse.
Antes del encuentro del miércoles, el portugués quitó presión a sus jugadores al acusar al Barcelona de estar obsesionado con jugar la final en el estadio de su clásico rival, el Real Madrid.
Tras el pitido final en el Camp Nou, Mourinho disfrutó el momento, alzó su dedo índice y corrió por el campo de juego mientras los aficionados del Barça lanzaban botellas y otros objetos.
La única nube en el cielo en que se encuentra el Inter es que no podrá contar con el centrocampista brasileño Thiago Motta en la final, después de que el ex jugador del Barcelona recibiera una injusta tarjeta roja el miércoles.
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