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Ara Malikian o la "necesidad" de trasmitir a los niños el amor por la música

EFE

Ara Malikian, violinista libanés y concertino de la Orquesta Sinfónica de Madrid, siente la "necesidad" de trasmitir a los niños el amor por la música, una necesidad que podrá saciar en parte con siete conciertos en Teatralia 2010.

Al frente del grupo Ara Malikian Ensemble, este músico de origen armenio pone en escena del XIV Festival Internacional de Artes Escénicas para Niños y Jóvenes, Teatralia, "Cuentos del mundo. Armenia. Historia de un hombre feliz", un espectáculo que reivindica la búsqueda de la felicidad y anima a "disfrutar de la vida".

Se trata del tercer montaje de divulgación musical para público familiar que lleva a cabo Malikian y el primero sobre música armenia, tras el rompedor "Pagagnini", con el que actúa esta primera semana de febrero en Múnich (Alemania), y su peculiar adaptación de "Las cuatro estaciones".

Fomentar el interés por la música clásica y del mundo entre los más pequeños, para asegurar la afición de las futuras generaciones, es el objetivo de Malikian, quien en una entrevista telefónica con Efe desde la capital de Baviera insiste en su "necesidad" de dedicar parte de sus actividades a los niños.

"Aprendo más de ellos que ellos de mi. Aprendo cómo actuar, cómo actuar en un escenario, y utilizo después los mismos trucos para adultos y público en general", comenta.

Su empeño, dice, es convencer a grandes y pequeños de que "pierdan el miedo" a ir a un concierto de música clásica o popular, en este caso de Aram Khachaturian (1903-1978), Komidas (1869-1935) y del propio Malikian (1968).

Y en su "Historia de un hombre feliz" la protagonista es, como no podía ser de otra manera, "siempre la música, el disfrute de la música, porque la música es para disfrutar", aunque hay una narradora (Marisol Rozo) y aunque se "atrevan" con la interpretación los músicos: Malikian (violín), Humberto Armas (viola), Luis Gallo (guitarra) y Nacho Ros (contrabajo).

Versátil, Malikian, siempre interesado en descubrir "otras músicas y otras culturas", considera que el mundo de la música clásica en la que se formó en Alemania y en el Reino Unido "no te enseña mucho a abrir tu horizonte", pero él está convencido de que conociendo otros registros se puede interpretar mejor a Bach o Beethoven.

Después de once años en España, donde se afincó por su "calidad de vida", Malikian ya no se siente armenio ni libanés, sólo "errante", y ahora, con una doble candidatura a los Premios de la Música como mejor interprete de música clásica, que se fallan el próximo 3 de abril, sigue trabajando "con la misma ilusión".

Una ilusión por transmitir a los más pequeños el interés por la música clásica que también comparten los seis integrantes de Girasons, un concierto pensado para niños a partir de un año, que acerca también al mundo mágico de los juguetes, al circo y a la fantasía.

Este proyecto, diseñado por el Servicio Educativo del Auditorio de Cataluña en el 2000, tiene programados diez conciertos en Teatralia (www.madrid.org/teatralia/2010/index.html).

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