Este artículo se publicó hace 15 años.
Argentina renueva el Parlamento en un contexto de contracción económica
El Gobierno de Cristina Fernández afronta este domingo unas elecciones legislativas en las que están llamados a votar unos 28 millones de argentinos y está en juego la mayoría oficialista en el Parlamento, en un contexto de contracción económica al cabo de seis años consecutivos de crecimiento.
La alarma por el avance de la gripe A, que hasta ahora ha causado 26 muertos, y las encuestas que prevén una reñida votación en la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito electoral del país, son los otros condimentos de estos comicios en la mitad de la gestión de Fernández.
En medio de medidas de prevención sanitaria en los lugares de votación, el domingo se renovará la mitad de los 257 escaños de diputados y un tercio de los 72 del Senado, además de legislaturas provinciales y municipales.
El Gobierno instaló unas 100 cámaras de vídeo en mesas electorales de populosos distritos bonaerenses vecinos a la capital argentina, como pidió la Cámara Nacional Electoral.
"Bajamos la cantidad de electores por mesa para evitar inconvenientes y se instalaron cámaras de seguridad para darle mayor transparencia" a la votación, apuntó el ministro del Interior, Florencio Randazzo, quien tachó de "irresponsables" las denuncias de algunos candidatos opositores sobre posibles fraudes.
Randazzo consideró que las denuncias de fraude tienen "la intencionalidad política" de quitar "legitimidad" a "aquellos que finalmente son elegidos por la voluntad popular" en unas elecciones en las que se movilizará a unos 120.000 efectivos de las Fuerzas Armadas y de seguridad.
El ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007), esposo, antecesor de Fernández y quien encabeza la lista oficialista de diputados por la provincia de Buenos Aires, se juega en estos comicios no sólo la mayoría parlamentaria del oficialismo y sus aliados sino su estabilidad como líder del Partido Justicialista (PJ, peronista).
La hegemonía de Kirchner se ve amenazada por el empresario Francisco de Narváez, que aspira a un escaño de diputado al frente de la coalición Unión-Pro, formada por peronistas disidentes como él y seguidores del conservador Mauricio Macri, el alcalde de la capital argentina, líder de Propuesta Republicana (Pro).
Los últimos sondeos arrojan un empate técnico entre ambas fuerzas políticas en la provincia de Buenos Aires, tradicional bastión peronista, cuyo voto es decisivo para dibujar el mapa político del país con vistas a las presidenciales de 2011.
En la capital argentina, segundo distrito electoral del país, se da por descontada la victoria de Gabriela Michetti, candidata de Pro, seguida por la lista de centroizquierda del cineasta Fernando "Pino" Solanas, convertido en "revelación" de estos comicios, y con estrecho margen sobre Alfonso Prat Gay, aspirante del Acuerdo Cívico y Social, en tercer lugar.
Este resultado supondría que Carlos Heller, del Frente para la Victoria de Kirchner, sería el gran perdedor de la jornada en la capital argentina.
También se prevén derrotas de las listas del oficialismo en las provincias de Córdoba (centro), donde la liza se centra entre peronistas disidentes, y Santa Fe (noreste), el tercero y cuarto distrito electorales del país, respectivamente.
En Santa Fe, las encuestas vaticinan una reñida votación entre el ex corredor de Fórmula Uno y peronista disidente Carlos Reutemann y el socialista Rubén Giustiniani, quienes aspiran a renovar sus banca de senadores.
Reutemann aspira a ser candidato presidencial del peronismo en 2011, mientras que una victoria socialista reforzaría la pretensión del gobernador santafesino, Hermes Binner, a competir por la jefatura del Estado.
Los analistas, que prevén que el oficialismo perderá la mayoría parlamentaria aunque se mantendrá como principal fuerza política, han adelantado que los resultados electorales de este domingo pueden demorarse por lo ajustado de la votación en la provincia de Buenos Aires y la coincidencia de las legislativas provinciales y municipales.
Al cabo de seis años de crecimiento a una tasa del ocho por ciento en promedio anual, Argentina mostró en mayo una caída interanual del 1,7 por ciento en la actividad industrial, lo cual abona otros datos sobre contracción económica a causa de la crisis global.
Mientras, organizaciones no gubernamentales del sector de salud reclaman desde hace días que se declare la "emergencia sanitaria" en todo el país ante el avance de la gripe A, que han contraído 1.587 personas, según datos oficiales del viernes pasado.
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