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¿Arrepentimientos y desilusiones? Bush tiene algunos

Reuters

Por Tabassum Zakaria

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, expresó el lunes al final de sus ocho años en la Casa Blanca su arrepentimiento por las políticas que ha impulsado y fueron bloqueadas por el Congreso y por las armas de destrucción masiva que jamás fueron halladas en Irak.

Sin embargo, defendió sus acciones durante una de las mayores debacles de su presidencia, el huracán Katrina en 2005, y afirmó que la historia lo juzgaría después de que abandone el poder el 20 de enero.

"Ustedes lo saben, los presidentes pueden intentar evitar las decisiones duras y por lo tanto la controversia. Esa no es mi naturaleza", declaró Bush en su última conferencia de prensa antes de entregar la presidencia a su sucesor demócrata, Barack Obama.

Bush, con un tono nostálgico, reflexivo y desafiante, admitió los errores cometidos.

El cartel de "Misión Cumplida" que hizo colocar como telón de fondo durante un discurso en un portaaviones en marzo de 2003, menos de dos meses después de la invasión a Irak, fue "claramente" un error, afirmó.

"Dio el mensaje equivocado. Estábamos tratando de decir algo de manera distinta", indicó Bush.

El escándalo de la cárcel de Abu Ghraib en el que soldados estadounidenses maltrataron a prisioneros en Irak, en un caso que impactó al mundo, "obviamente fue una gran decepción durante la presidencia'", dijo.

En años recientes, una cada vez más impopular guerra en Irak ha socavado los niveles de aprobación pública de Bush, que además recibieron un fuerte impacto por la recesión económica.

La principal justificación de Estados Unidos para iniciar la guerra fue que Irak tenía almacenes con armas de destrucción masiva y representaba una amenaza, pero esos depósitos jamás fueron encontrados tras la invasión en marzo de 2003.

"No encontrar armas de destrucción masiva fue una decepción significativa", sostuvo Bush.

LOS EFECTOS DE KATRINA

El mandatario también abordó las duras críticas por la lenta respuesta del Gobierno federal al paso del huracán Katrina, que arrasó Nueva Orleans y la costa estadounidense del Golfo de México en agosto de 2005.

"He pensado mucho sobre Katrina", dijo Bush. "¿Pude haber hecho algo diferente, como hacer aterrizar el Air Force One en Nueva Orleans o en Baton Rouge?"

"Pero esa medida habría alejado la implementación de la ley en la gestión de la crisis para abordar mi visita", aseveró.

Impulsar una reforma de Seguridad Social poco después de su reelección en 2004 fue un error porque el Congreso no estaba dispuesto a abordar un tema complicado que no anunciaba una crisis inminente, declaró el mandatario.

En lugar de eso dijo que debió haber presionado más por una reforma sobre inmigración.

"Creo que los historiadores mirarán atrás y podrán tener una mayor perspectiva de las equivocaciones después de un tiempo", expresó. "No existe la historia a corto plazo", añadió.

Bush comentó que se había sentido decepcionado por el tono político que adoptó Washington y que había intentado evitar involucrarse en "calificaciones innecesarias".

Obama también se enfrentará a duras críticas y "él estará decepcionado por momentos por el tono de la retórica. Y tendrá que hacer lo que piense que es lo correcto", aseveró Bush.

"Y si no lo haces, entonces no sé cómo podrías vivir contigo mismo", sostuvo.

"No veo cómo puedo volver a casa en Texas y mirarme en el espejo y estar orgulloso de lo que veo si permitiera que los gritos y las críticas me impidieran hacer lo que yo pienso era necesario para proteger a este país", afirmó.

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