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El arte moderno norteamericano no es sólo Warhol

La Fundación Joan Miró inaugura una exposición con obras de gigantes como Hooper, De Kooning o Rothko

L. P.

Siete salas de la Fundació Joan Miró muestran la evolución del arte moderno norteamericano con piezas procedentes de la Corcoran Gallery de Washington. Más de un centenar de obras de artistas desde el siglo XIX hasta finales del XX, entre los que destacan Hooper, De Kooning y Rothko, integran Modernitat Americana. Una propuesta, que 'cuenta dos historias: la del arte moderno en los Estados Unidos y la de la Corcoran Gallery', según la comisaria Sarah Newman.

La coordinadora de la exhibición, Martina Mollà, se muestra satisfecha de 'ofrecer una visión panorámica de un arte tan polifónico'. El objetivo de Mollà es que 'los visitantes aprovechen la configuración de la exposición para reflexionar sobre la evolución del arte moderno americano y los factores que lo impulsaron'.

A modo de introducción, el primer ámbito del recorrido está dedicado a las obras de finales del siglo XIX. Las piezas de Alfred Maurer, Emil Carlsen o William Glackens, revelan la conexión de estos artistas con el arte francés y los movimientos de la época (impresionismo, simbolismo o japonismo). Aunque, el segundo apartado, centrado en el paisajismo, muestra que ese estilo forjó en el arte de EEUU un lenguaje propio y específico.

Según Newman, 'el arte norteamericano ha seguido su propio camino al conservar el interés por el realismo, la representación del mundo que les rodea de forma figurativa. Algo que se ha prolongado con la fotografía y con los artistas que hacen activismo social'.

'Hasta el momento en que la confrontación entre la Unión Soviética y los EEUU no llega a su cénit, no se detectó la necesidad de reafirmar un arte propio de los Estados Unidos. Fue cuando descubrimos el expresionismo abstracto y el pop art, dos movimientos muy diferentes del realismo socialista', explica Rosa María Malet, directora de la Fundació Miró. En la muestra, la abstracción de posguerra está representada con obras como Mulberry and Brown (1958) de Mark Rothko, o Synopsis of the battle (1968) de Cy Twombly.

Sobre lo poco que se conoce en Europa a los artistas norteamericanos, Newman cree que 'la cultura europea se ha interesado por la parte glamurosa de las películas de Hollywood más que por los artistas plásticos del país'. Más allá de Andy Warhol y el pop art, hay artistas como William de Kooning que han dejado su huella en la historia del arte.

La exposición, patrocinada por el BBVA, dedica una parte importante a la fotografía, y la encumbra como el primer arte auténticamente moderno. Las imágenes que alberga la muestra patentan el potencial documentalista y estético de la fotografía. Walker Evans, Berenice Abbout, Roy DeCarava, Gordon Parks y Danny Lyon, contribuyeron también a redefinir la fotografía como medio social y artístico.

'Artistas como Lewis Hine con sus niños trabajadores de 1909 forzaron una modificación de las leyes nacionales del trabajo infantil', subraya la comisaria. Aunque sobre si al arte de EEUU le conviene más una victoria demócrata o republicana, Sarah Newman, sonríe pero no se pronuncia. Pasé lo que pasé, la Corcoran Gallery seguirá ubicada junto a la Casa Blanca.

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