Este artículo se publicó hace 16 años.
La Asociación Fontilles recuerda que la lepra sigue activa en 109 países del mundo
La lepra, una enfermedad curable que encuentra su caldo de cultivo en la pobreza, la desnutrición y la falta de higiene, sigue presente en más de cien países del mundo (109), sobre todo en la India y en África, según datos de la Asociación Fontilles, que desde hace un siglo lucha contra ella.
Sólo en España se diagnostican cada año entre 15 y 25 nuevos casos de lepra, aunque la mayoría de los pacientes son inmigrantes (60 por ciento) o miembros del colectivo gitano (40 por ciento).
Sin embargo, en España la lepra no supone un riesgo para la salud pública, ni un problema importante porque el control y seguimiento de esta enfermedad "es muy bueno" y muchos de los inmigrantes que llegan a nuestro país contagiados por la lepra "vienen ya con el tratamiento en marcha y la situación controlada", explica el doctor de Fontilles José Ramón Gómez.
Fuera de España la situación es mucho más preocupante, especialmente en el sureste asiático y África.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) facilitados por Fontilles con motivo del Día Mundial de la Lepra, que se celebra mañana, en 2006 se registraron 260.000 nuevos casos en todo el mundo, la mayoría de ellos (174.000) en el sudeste asiático, especialmente en la India.
Además en Latinoamérica se diagnosticaron 47.000 nuevos casos (la mayoría en Brasil), 27.000 en África (Angola, República Democrática del Congo, Madagascar, Mozambique, Nigeria, y Tanzania), 6.000 en el Pacífico Occidental y 3.000 en el Mediterráneo Oriental.
Sin embargo, el doctor Gómez asegura que los datos de la OMS no son fiables, porque la mayoría de los países "no quieren que se relacione a su país con esta enfermedad y tratan de ocultar las cifras reales de enfermos y dan de alta a los pacientes antes de tiempo para alcanzar así los objetivos políticos".
La lepra es una enfermedad infecciosa sumamente contagiosa en el periodo de incubación que se transmite por el aire y afecta a las personas con el sistema inmunológico débil.
Aunque los primeros síntomas pueden tardar entre tres y diez años en aparecer, afecta sobre todo a la piel y al sistema nervioso y actúa muy lentamente.
Esta enfermedad se combate desde 1982 con una combinación de tres fármacos recomendados por la OMS capaces de eliminarla entre los seis y los 24 meses de tratamiento.
Según el doctor Gómez, lo más importante es la detección precoz de la enfermedad porque provoca unas secuelas muy importantes y "si no se coge a tiempo" la lepra afecta a la movilidad y causa miles de discapacitados cada año.
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