Este artículo se publicó hace 12 años.
Asocian el uso de una vacuna combinada con convulsiones febriles
Por Genevra y Pittman
Los bebés que recibieronuna sola dosis de la vacuna contra el tétanos y la tos convulsatuvieron alto riesgo de padecer convulsiones febriles el día dela aplicación, según demuestra un nuevo estudio publicado enDinamarca.
Pero los autores dicen que la posibilidad de tener esosataques fue baja y que los niños que los tuvieron no fueron máspropensos a desarrollar epilepsia que los que no habían sidovacunados.
Sin embargo, según un experto ajeno al estudio, losresultados no deberían hacer que los padres eviten utilizar lavacuna combinada, ya que "son tranquilizadores".
Los Institutos Nacionales de Salud estiman que uno de cada 25niños tendrá por lo menos una convulsión febril, ataquespasajeros sin daños permanentes y comunes en los bebés.
En el estudio, los autores siguieron a 380.000 bebés nacidosen Dinamarca entre el 2003 y el 2008 a través de los informes desus pediatras a los registros nacionales de salud.
En ese país, el calendario de vacunación incluye laadministración a los tres, cinco y 12 meses de edad de unavacuna combinada contra la difteria, el tétanos, la tos convulsa(pertussis), la polio y la influenza tipo 2. La vacuna se conocecomo DTap-IPV-Hib, por sus siglas en inglés. En Estados Unidosse utilizan combinaciones similares.
El equipo de Yuelian Sun, de Aarhus University, halló que7800 niños (alrededor del 2 por ciento) habían tenido unaconvulsión cuando tenían un año y medio. Nueve bebés habíantenido una convulsión febril el día de la primera dosis de lavacuna combinada; 12 la habían tenido después de la segundadosis, y 27, el mismo día de la tercera dosis.
Esto de entre 300.000-340.000 niños que recibieron todas lasvacunas recomendadas.
El riesgo de tener una convulsión el día de la aplicación dela primera dosis fue seis veces más alto que el esperado ycuatro veces más alto después de la segunda dosis.
Pero ese riesgo disminuyó por debajo del nivel esperado alos pocos días de la vacunación, aunque los bebés eran máspropensos a tener una convulsión febril durante la semanaposterior a la aplicación de la vacuna que en cualquier otrasemana.
Hasta siete años después de la vacunación, los niños noestuvieron más expuestos que lo habitual a la posibilidad de quese les diagnosticara epilepsia, según precisa el equipo enJournal of the American Medical Association.
Alrededor de 2.200 de los más de 300.000 niñosparticipantes, incluidos unos 7.000 que no habían recibido lavacuna combinada, desarrollaron epilepsia durante el estudio.
"La buena noticia de nuestro estudio es que no hallamos unaumento del riesgo de epilepsia", que es más grave que lasconvulsiones febriles y puede causar daños cerebrales, dijo Sun.
El doctor Eugene Shapiro, pediatra e infectólogo de YaleUniversity, New Haven, destacó que el riesgo absoluto de que unbebé tenga una convulsión febril el día de la vacunación es "muybajo" y sin un aumento de la posibilidad de desarrollartrastornos convulsivos.
"No es un signo de daño cerebral", dijo Shapiro, que noparticipó del estudio. "No modifica el riesgo individual dedesarrollar epilepsia".
Para Sun, los bebés que tuvieron una convulsión febril el díade la vacunación podrían haber sido genéticamente propensos asufrir ese ataque y lo habrían tenido aun sin ser vacunados.
"El otro punto es que hay niños que están muriendo por tosconvulsa", señaló Shapiro al referirse a brotes recientes enCalifornia. "Definitivamente, no hay motivo para que los niñosno reciban la vacuna y este estudio debería tranquilizarnos",finalizó.
FUENTE: Journal of the American Medical Association, online 21de febrero del 2012.
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