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Dos astronautas completan el segundo paseo espacial en la EEI

Reuters

Los astronautas del transbordador Endeavour que trabajaron el jueves fuera de la Estación Espacial Internacional (EEI) encontraron dificultades durante su segundo paseo espacial, debido a que uno de ellos estuvo expuesto a altos niveles de dióxido de carbono.

La responsable de la salida, Heidemarie Stefanyshyn-Piper, y el novato Shane Kimbrough regresaron a la esclusa de aire Quest de la estación espacial a las 00:43 GMT tras una misión de 6 horas y 45 minutos.

El principal trabajo de los astronautas fue reparar una de las dos juntas de rotación que hacen girar los paneles solares de la EEI.

La NASA descubrió el año pasado que una de las juntas estaba contaminada con limaduras de metal, y la inutilizó para evitar más daños.

Stefanyshyn-Piper y el astronauta Stephen Bowen comenzaron a limpiarlo y lubricarlo el martes, durante la primera de las cuatro caminatas espaciales de la misión de 15 días del Endeavour.

Los astronautas tuvieron que compartir herramientas como la pistola para engrasar, después de que la bolsa de herramientas de Stefanyshyn-Piper, que contenía material valorado en 100.000 dólares (unos 80.000 euros), se soltara y flotara lejos del alcance de los astronautas en la misión anterior.

Durante su salida del jueves, los niveles de dióxido de carbono del traje espacial de Kimbrough superaron el límite de seguridad de la NASA, lo que llevó a los controladores a ordenarle que regresara a la esclusa justo cuando el paseo estaba concluyendo.

"No supuso un cambio drástico a nuestro plan", dijo John Ray, el máximo responsable de paseos espaciales de la NASA.

Kimbrough no corrió peligro en ningún momento y no presentaba ningún síntoma adverso, añadió Ray.

Antes de que tuvieran que volver a la base, Stefanyshyn-Piper utilizó toallas lubricadas para atrapar las limaduras de metal de la junta, y Kimbrough empleó el resto de la grasa para trabajar en el brazo robótico de la estación.

El Endeavour llegó el domingo a la estación para realizar trabajos en las juntas y entregar el equipamiento necesario para ampliar la capacidad de la estación a seis tripulantes.

Actualmente, un grupo rotativo de tres astronautas vive en la estación, que el jueves celebró el décimo aniversario del lanzamiento del compartimento Zarya, su primer módulo, financiado por Estados Unidos y construido por Rusia.

La NASA había planeado terminar la construcción en ocho años, pero los retrasos tras el accidente del Columbia en 2003 retrasaron la conclusión de la estación hasta 2010.

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