Este artículo se publicó hace 15 años.
Ataque sangriento contra la Policía de Ingushetia
Una furgoneta bomba mata a 20 agentes en la capital ingush
El incremento de la violencia en las repúblicas rusas del norte del Cáucaso parece imparable. Un terrorista suicida, que conducía una furgoneta bomba, asesinó ayer a 20 personas e hirió a 138, entre las cuales también hay una decena de niños, en Nazrán, capital de la República Autónoma rusa de Ingushetia.
El atentado tuvo lugar dentro del recinto del Departamento de Interior de Nazrán, justo cuando los funcionarios policiales estaban formados en el patio del recinto. Según el portavoz de la Presidencia ingush, Kalói Ajílgov, la furgoneta bomba estalló después de que "el kamikaze derribara el portón de acceso al recinto".
La violencia de la explosión hizo saltar por los aires los cristales de las ventanas de todos los edificios en un radio de 500 metros y destruyó una treintena de automóviles. Aún así, según los datos proporcionados por la portavoz del Comité de Investigación de la Fiscalía General, Svetlana Gorbakova, "los 20 muertos son todos funcionarios de la Policía".
El Gobierno de Moscú reaccionó fulminantemente y el presidente ruso, Dmitri Medvédev, anunció de inmediato la destitución del titular de Interior ingush, Ruslán Meiríev. "El ministro de Interior de Rusia debe presentarme ahora propuestas concretas para poner orden y reforzar el cuerpo de Policía de Ingushetia", advirtió Medvédev.
Otra de las medidas que ha adoptado el Ejecutivo ruso en respuesta al ataque terrorista es incrementar el número de policías en la República Autónoma. "La Policía debe proteger a las personas y, al mismo tiempo, tienen que ser capaces de defenderse a sí mismos", subrayó el presidente ruso.
Escalada en el CáucasoEste nuevo atentado en Ingushetia agudiza la situación de tensión y violencia que está viviendo el norte del Cáucaso en los últimos meses. El pasado 22 de junio, otro terrorista suicida detonó un coche bomba al paso del convoy del presidente ingush, Yunus-bek Yevkúrov, quien resultó gravemente herido y todavía se recupera de las heridas. Además, el miércoles de la semana pasada, el ministro de Construcción de Ingushetia, Ruslán Amirjánov, fue asesinado a tiros en su propio despacho.
Pero no sólo los ingush están viendo cómo el terrorismo golpea casi a diario. Las vecinas repúblicas del Cáucaso ruso de Chechenia y Daguestán también están sufriendo los ataques. La semana pasada, en Chechenia mataron a varios activistas de derechos humanos y en Daguestán siete empleadas de una sauna fueron asesinadas a sangre fría mientras estaban trabajando.
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