Este artículo se publicó hace 14 años.
Un ataque suicida mata a nueve afganos, uno de ellos comandante
Un atacante suicida detonó explosivos en un mercado repleto de gente en el sureste de Afganistán el jueves y causó la muerte de nueve personas, incluyendo un comandante afgano, mientras otra explosión afectó la oficina del gobernador de una provincia vecina.
Los dos ataques ocurrieron en la provincia de Paktia y en el aislado Khost, donde siete empleados de la CIA y un agente de inteligencia jordana resultaron muertos en un atentado suicida la semana pasada, en el golpe más mortífero contra la agencia de espionaje en décadas.
Los ataques podrían mostrar un deterioro en la seguridad en el área del sudeste.
En un tercer ataque el jueves, también en Khost, un atacante en un coche bomba detonó su vehículo en las afueras de una base de tropas occidentales y de la policía afgana, pero no causó víctimas.
El Departamento de Seguridad Nacional de Afganistán dijo que sus miembros mataron a cinco militantes, incluyendo dos que se convertirían en atacantes suicidas, en un enfrentamiento separado en las afueras de la capital provincial de Khost.
Paktia y Khost han sido testigos de una agresiva insurgencia por parte de combatientes leales al comandante aliado de los talibanes Jalaluddin Haqqani, que las fuerzas estadounidenses creen opera en la región paquistaní de Waziristán Norte.
Un invierno inusualmente templado ha permitido a los talibanes reforzar sus ataques en las últimas semanas. El invierno es tradicionalmente un período tranquilo para la guerra en Afganistán.
Un comandante de seguridad aliado de las tropas extranjeras y sus guardaespaldas se encontraba entre las nueve víctimas mortales en el ataque en Gardez, la capital de Paktia, dijo el jefe de policía provincial Aziz Ahmad Wardak.
Veintiocho personas resultaron heridas, incluyendo dos funcionarios de la policía fronteriza, dijo.
El aparente objetivo del ataque eran funcionarios aliados de las tropas extranjeras, dijo un portavoz del gobernador provincial, Rohullah Samoon.
El gobernador interino de Khost, Tahir Khan Sabri, y varios funcionarios provinciales resultaron heridos en la explosión en la oficina severamente resguardada, lo que podría dar señales de una mejor capacidad de los insurgentes para penetrar áreas consideradas seguras.
En una declaración en un sitio web talibán, los militantes se adjudicaron la responsabilidad de ese ataque.
A ocho años desde su derrocamiento a manos de tropas afganas respaldadas por Estados Unidos, los talibanes han regresado en años recientes transformando el 2009 en el año más sangriento durante la guerra.
El incremento de la violencia coinciden con un aumento en el número de tropas extranjeras que ahora alcanzan a más de 110.000 efectivos.
El presidente estadounidense, Barack Obama, ha comenzado a enviar un contingente adicional de 30.000 efectivos que iniciarían su retirada a mediados de 2011.
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