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Aubry y Hollande mantienen un último y sobrio debate antes de las primarias

EFE

Los aspirantes socialistas al Palacio del Elíseo, Martine Aubry y François Hollande, protagonizaron a cuatro días de la segunda vuelta de las Primarias un debate televisado poco belicoso en el que prefirieron insistir sobre sus propuestas de Gobierno antes que arremeter contra la política de Nicolas Sarkozy.

En una mesa triangular y acompañados por el presentador de "France 2" David Pujadas, los aspirantes repasaron economía, asuntos sociales, función pública, política exterior y el ejercicio del poder en un debate sin grandes sorpresas en el que Aubry, exministra y alcaldesa de Lille, destacó su experiencia como gestora frente a Hollande, que se presentó como un político de renovación, a pesar de haber dirigido el Partido Socialista (PS) durante once años.

Los dos socialistas iniciaron la comparecencia despejando dudas sobre sus supuestas malas relaciones, evocadas recientemente los medios galos, a pesar de su afinidad política, ya que ambos se forjaron al abrigo de Jacques Delors, padre de Aubry y mentor político de Hollande.

"Siempre hemos mantenido relaciones amistosas y francas", dijo Aubry, ataviada con un traje gris de chaqueta y con blusa blanca, que logró el 30,7 por ciento de los votos en la primera vuelta del pasado domingo.

De traje oscuro, camisa azul claro y corbata azul marino, Hollande (ganador con el 39,2 % en la primera vuelta) prefirió evocar la palabra "respeto" para referirse al trato entre ambos, después de que publicaciones como "Le Monde" o "L'Express" hubieran escrito ampliamente sobre las descalificaciones que se dedican en privado.

Durante el debate de más de una hora y media, Aubry se mostró ligeramente más agresiva que su rival, quien además de aventajarla en la primera vuelta ha recibido el apoyo explícito de dos de los candidatos descartados tras los primeros comicios, Manuel Valls y Ségolene Royal, excandidata al Elíseo en y su expareja sentimental.

Los tenues ataques contra Sarkozy, enemigo común pues ambos declararon que trabajarán para que el vencedor en las primarias acceda al Palacio del Elíseo, llegaron en el último tramo de la emisión.

Hollande habló de la necesidad de una "presidencia ejemplar" y aseguró que si llega a la jefatura del Estado reformará el estatuto legal del presidente "para que no sea irresponsable" durante el ejercicio de sus funciones mientras que Aubry aseguró que si se convirtiera en la primera presidenta de su país "daría voz a los franceses" en temas como la eutanasia.

En el resto del intercambio dialéctico, en el que cada uno dispuso de 45 minutos de tiempo de palabra y en el que se tutearon, las convergencias entre ambos fueron más nítidas que las diferencias en sus idearios.

Como divergencias más notables, Hollande insistió sobre su idea de crear 12.000 nuevos puestos de profesores al año y sobre la creación de un "contrato de generación" en el que los mayores trasladen su experiencia profesional a los jóvenes.

Su rival, que en varias ocasiones buscó el voto femenino, reiteró que prefiere centrarse sobre la igualdad de salarios entre hombres y mujeres y aseguró que los sindicatos rechazarán la propuesta de Hollande.

Tampoco coincidieron en asuntos como la reducción del déficit, ya que si bien ambos fijan un máximo del 3 % para 2013, Hollande se atrevió a evocar el equilibrio en 2017 mientras que Aubry se limitó a decir que es "un objetivo"

Respecto a la actualidad económica y financiera, tanto Aubry como Hollande se decantaron por que el Estado pueda entrar en el consejo de administración de los bancos rescatados, con derecho a veto sobre ciertos aspectos como la remuneración, e insistieron sobre la necesidad de un mayor control sobre la especulación.

Aubry (París, 1950) abogó por reducir la carga fiscal a las empresas que inviertan sus beneficios y aumentarla sobre las que repartan dividendos y evocó un nuevo tramo impositivo para aquellos que ganen más de 100.000 euros.

Por su parte Hollande (Rouen, 1954), se dijo partidario de reformar la fiscalidad local y de crear "tasas ecológicas" en las fronteras de la Unión Europea (UE).

"Lo que hay que hacer no es derrotar a Nicolas Sarkozy, sino avanzar", aseguró Hollande, que abogó por un candidato o candidata que pueda decir que "nada ha sido normales en los últimos cinco años", dijo Hollande antes de acabar, mientras que Aubry pidió expresamente la confianza de los jóvenes y de las mujeres.

El primer debate de las primarias socialistas, celebrado antes de la primera vuelta, logró una audiencia de 5 millones de telespectadores. En esta segunda emisión, "France 2" esperaba alcanzar a 7 millones de personas.

Por Javier Albisu.

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