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La Audiencia condena a ocho años de cárcel a un jefe de agit-prop de Al Qaeda

JULIA PÉREZ

Ejercía 'la yihad mediante la palabra'. Difundía fotos de los cuerpos de 30 víctimas del 11-M, con el logo de la red terrorista, degollamientos rituales, vídeos de combatientes, manuales... Y las ‘fatwas' contra Barack Obama, los dos Bush -padre e hijo-, Bill Clinton, José María Aznar, Javier Solana y Madeleine Albright. Actuaba desde su piso en Valencia, con impacto mundial.

La Audiencia Nacional ha condenado a ocho años de cárcel a Mudhar Hussein Almaki, conocido como 'el bibliotecario' entre los círculos yihadistas. Era el responsable del aparato de propaganda de uno de los tres foros más importante que Al Qaeda tenía en Internet para la exaltación del terrorismo yihadista.

 La sentencia de la Audiencia Nacional, que ha tenido como ponente al magistrado Juan Francisco Martell, falla que la conducta del acusado a través de Internet lo 'sitúa al mismo nivel de intensidad e implicación que la que ejercen los militantes también yihadistas que pasan a la acción' en zonas de conflicto.

 En su domicilio de la Avenida Juan XXIII, la Guardia Civil descubrió 214.000 archivos informáticos de temática yihadista, que ocupaba 883 giga bytes. Desde allí contribuyó a formar y adiestrar a combatientes y era tan activo que hasta creó un departamento de traducción al inglés y al alemán para quienes no supieran árabe.

 Natural de Jordania, nacionalizado saudí, y de 53 años de edad, el bibliotecario de Al Qaeda mantenía una fluida comunicación con los Jeques que dirigían el aparato de propaganda y sus archivos abarcaban productos mediáticos yihadistas, como métodos para ocultar bombas en en mercados, autobuses o restaurantes; manuales de formación sobre minas, granadas explosivas y venenos, Gran Enciclopedia de las Armas, además de un manual titulado Destruya sus hogares con sus propias manos.

 Además, difundía vídeos sobre terroristas suicidas, de ataques a tropas estadounidenses, muyahidines preparando emboscadas en Afganistán, un discurso de Ayman Al Zawahiri -el número uno de Al Qaeda-, clases de guerra de guerrillas, así como ‘fatwas' como Operaciones de Martirio, Apoyo al Talibán, Castigo para los que dejan de rezar; Juicio a los judíos y cristianos por la ocupación de Arabia...

 Todo ello es 'fiel reflejo del panorama devastador que conlleva la materialización de las ideas y planteamientos extremistas, intransigentes y violentos que difundía el acusado desde su privilegiada posición en la Red terrorista en la que se encuentra o encontraba inserto', sostiene la resolución.

La sentencia rechaza 'la tesis pacífica y moderada' que el acusado exhibió en el juicio y el que su actividad delictiva responda a un ejercicio de sus derechos a la libertad de opinión e información. La lectura de sus mensajes en los foros y las salas de chat que administraba demuestran su adscripción ideológica extremista.

Desde 1999, y hasta que fue detenido en marzo de 2012, Almaki ejercía su labor de propaganda y exaltación terrorista a través de la Red Ansar Al Mujahideen, un cerrado aparato de propaganda del que se convirtió en administrador y miembro del Consejo Consultivo. Además, administraba foros, salas de Paltalk, repositorios de acceso público...

En esos seis años, Almaki contribuyó con su experiencia informática y digital 'a la propagación del mensaje yihadista' como miembro del aparato de propaganda de esa Red 'asumiendo sin fisuras los postulados de captación, adoctrinamiento y formación de futuros mujahidines, destinados a la comisión de atentados'.

La Audiencia destaca la 'naturaleza nítidamente terrorista' de la Red Ansar Al Mujahideen, pese a que no se haya declarado como tal formalmente por la ONU, el Departamento de Estado de EE.UU. o la UE.

La sentencia analiza de las nuevas modalidades de terrorismo que han aparecido en la escena criminal «interestatal y mundial» y su uso de internet, así como la jurisprudencia del Tribunal Supremo.

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