La cifra de muertos a causa del atentado suicida perpetrado ayer en una mezquita repleta de fieles que celebraban el día de oración musulmán en la región tribal paquistaní de Khyber, fronteriza con Afganistán, asciende a 57, informó hoy una fuente oficial.

El jefe de la demarcación tribal, Tariq Hayat Khan, citado por el canal privado "Geo TV", explicó que otras 170 personas sufrieron heridas como consecuencia de la potente explosión que tuvo lugar en un templo de la localidad de Bagiari, en el área de Jamrud.

En el momento del ataque casi 300 fieles suníes se habían congregado en el interior de la mezquita para la tradicional oración del viernes.

Fuentes de los servicios de inteligencia, citadas por medios paquistaníes, situaron la cifra de muertos en más de 70.

Las autoridades paquistaníes han ordenado la creación de un comité de investigación para esclarecer las circunstancias del ataque, que se registró en las proximidades de un puesto de control de las fuerzas de seguridad.

La mayoría de las víctimas eran civiles, pero entre los fallecidos se encontraban también quince funcionarios de la Administración civil y 16 guardias de seguridad y miembros de los cuerpos paramilitares, según recogen hoy diversos medios paquistaníes.

Ningún grupo ha reivindicado la autoría de la masacre hasta el momento, aunque las autoridades acusan a la insurgencia talibán de estar detrás del atentado.

Por la región de Khyber transcurre un paso estratégico que conecta Pakistán con Afganistán por el que diariamente cruzan centenares de camiones con suministros para las fuerzas extranjeras destacadas en ese último país.

El ataque de ayer, el más sangriento en lo que va de año en el país, se enmarca en una ola de violencia que en las últimas dos semanas ha registrado ataques suicida en la ciudad de Rawalpindi, cercana a Islamabad, en la propia capital y en una localidad del noroeste próxima a las áreas tribales.