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Para que el aumento de tropas funcione, EEUU necesita a Karzai

Reuters

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, va a enviar más soldados a Afganistán con el objetivo de ganar la guerra, pero para que el plan funcione, necesita recuperar la relación con el presidente afgano, Hamid Karzai.

Se espera que Obama anuncie el martes que va a enviar a decenas de miles de soldados más al país, que se unirán a los 110.000 estadounidenses y de otros países de la OTAN que están combatiendo contra una creciente insurgencia talibán.

Las relaciones de Washington con el presidente afgano se han deteriorado, algo que según expertos afganos solo ayuda a los talibanes. Los países occidentales han criticado la corrupción extendida y la ineficacia del Gobierno de Karzai, así como sus alianzas con antiguos señores de la guerra para mantener el poder.

una investigación patrocinada por la ONU determinó que casi un tercio de los votos que recibió eran fraudulentos.

Por su parte, el presidente afgano acusa a Occidente de hacer poco para evitar las muertes de civiles en sus ataques, de fomentar la corrupción al gestionar equivocadamente miles de millones de dólares en ayuda y de obligarle a marginar a los señores de la guerra sin tener en cuenta la realidad política.

Ambas partes han intentado salvar sus diferencias en las últimas semanas. En la inauguración del nuevo mandato de Karzai, éste prometió acabar con la corrupción, lo que le valió las alabanzas de invitados como la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton.

Obama todavía no ha visitado Afganistán, pero el martes habló una hora por teléfono con su homólogo afgano, dijo la oficina de Karzai. Con todo, si ambas partes quieren trabajar juntos contra los talibanes, van a tener que colaborar más.

"Hablar de ultimatos (por parte de algunos políticos occidentales), mejoras milagrosas de la situación (por parte de Karzai) y presiones y dictados a Karzai tendrán consecuencias contraproducentes", dijo Nasrulah Stanekzai, profesor de Derecho en la Universidad de Kabul.

"No tengo muchas esperanzas en el futuro si tenemos la misma diplomacia que ha llevado a cabo América y luego Karzai reaccionando a ella".

EL JUEGO DE LAS CULPAS

Políticos afganos sostienen que a no ser que Washington y Kabul dejen de culparse mutuamente, el aumento de tropas de Obama no será eficaz a la hora de derrotar a los integristas.

La diputada Shukriya Barakzai dijo que el fracaso de Kabul y la Casa Blanca para frenar el intercambio de acusaciones no solo envalentonaría a los talibanes sino también a rivales regionales de Washington, como Irán, China y Rusia.

"Esto ayudará a aquellos en Afganistán y en la región que están en contra de la presencia de América en Afganistán. El intercambio de críticas a través de la prensa se ha añadido a las preocupaciones del pueblo afgano y ha afectado a la seguridad", afirmó.

Sardar Mohammad Oghli, un opositor a Karzai en el Parlamento, dijo que Occidente necesita fortalecer al Gobierno afgano, no criticarlo de un modo que le quite autoridad.

"Un gobierno más débil enajenará aún más a la gente y temo que si la situación sigue como ahora, un día la gente verá a las tropas extranjeras como ocupantes", declaró. "Hasta ahora, el aumento de soldados extranjeros no ha ayudado a mejorar la situación por la brecha que existe entre el pueblo, el Gobierno y las tropas extranjeras".

Además, indicó que tanto Washington como Londres, que también ha prometido enviar unos 500 soldados más a Afganistán, están aprovechando a nivel interno sus críticas a Karzai.

Para los gobiernos occidentales, la siguiente prueba de Karzai será la elección de sus ministros, lo que podría tener lugar esta misma semana, así como la designación de otros cargos importantes: los de gobernadores de las 34 provincias del país.

Los diplomáticos occidentales se mostraron cautamente optimistas de que vaya a escoger a tecnócratas para los puestos clave, como los relacionados con la seguridad, así como aquellos como salud y agricultura, que reciben la mayor parte de la ayuda financiera.

Sin embargo, es probable que haya gente que no guste a Occidente. Cómo respondan será una muestra de lo bien que podrán trabajar Karzai y Occidente.

Aumentar las críticas al presidente afgano aumentará la tensión y le debilitará aún más, en lugar de ayudarle a llevar a cabo las reformas necesarias y formar un gobierno profesional, sostuvo Jalil Roman, antiguo jefe de gabinete de Karzai que se ha convertido en un crítico del presidente.

"Hay tensión", dijo. "A no ser que se afronte, no habrá coordinación en las operaciones entre las tropas afganas y las extranjeras, no podrán centrarse en la formación de las fuerzas afganas, y un aumento de tropas con tensión tendrá un impacto negativo".

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