Este artículo se publicó hace 15 años.
Australia teme la muerte de más de 200 personas en los incendios
La policía australiana peinaba el martes la zona calcinada por los incendios, en busca de pruebas de los pirómanos que creen provocaron algunos de ellos, mientras la cifra de fallecidos en los peores fuegos del país parecía que superaría los 200.
La comisaria de policía del estado de Victoria Christine Nixon inició la mayor investigación del país por un delito de incendio, la llamada "operación Phoenix", comprometiéndose a detener a cualquiera que haya provocado un fuego.
Los incendios que barrieron partes del estado de Victoria el sábado por la noche fueron "sospechosos" ya que no hubo elementos naturales como rayos capaces de provocarlos, dijo la policía.
El primer ministro del estado, John Brumby, dijo que cualquiera que fuera hallado culpable afrontaría acusaciones de homicidio y cargos por asesinato.
La zona del desastre, que duplica el tamaño de Londres y abarca más de 20 poblaciones al norte de Melbourne, ha sido declarada zona del crimen por las autoridades. La cinta policial rodeaba las casas carbonizadas donde se encontraron cadáveres.
Las autoridades han confirmado la muerte de al menos 173 personas, aunque prevén que aumente.
"Aún hay un gran número de personas, que excede la cincuentena (...) que los forenses creen que ya están muertos, pero no están identificados aún", dijo Brumby a periodistas. "Va a ser un número significativo, superará las 200 muertes".
Unos 25 incendios seguían ardiendo en Victoria el martes, y una decena de poblaciones estaba en alerta por los fuertes vientos.
"Los incendios no están cerca de ser controlados como para permitir que la gente baje la guardia", dijo el miembro de los servicios de emergencia Kevin Monk.
Los incendios han incrementado la presión sobre el primer ministro Kevin Rudd para que adopte acciones firmes contra el cambio climático mientras los científicos acusan al calentamiento global de las condiciones que han alimentado el desastre.
"La tragedia de esta semana demuestra que ahora estamos lidiando con un cambio climático en Australia y ahora es evidente todo lo que estamos a punto de perder", dijo el miembro de Greenpeace Trish Harrup en un comunicado.
Anteriormente, el peor episodio de incendios forestales ocurrido en Australia fue llamado "miércoles de ceniza" en 1983, cuando murieron 75 personas y más de 2.000 viviendas quedaron destruidas.
Los incendios forestales son un acontecimiento natural que se produce anualmente en Australia, pero este año la combinación de un clima cálido, sequía y los pastos secos ha empeorado las condiciones.
Hasta el momento, cerca de 3.500 kilómetros cuadrados se han quemado en Victoria, mientras que cerca de 3.400 bomberos todavía luchan contra las llamas, según informó la Autoridad Nacional de Incendios.
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