Este artículo se publicó hace 15 años.
La AVT celebra su asamblea en un clima de división entre la junta y Alcaraz
La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) celebra hoy su asamblea anual en un clima de división entre la junta que preside Juan Antonio García Casquero y su antecesor en el cargo, Francisco José Alcaraz, crítico con la línea de actuación y la gestión económica de la actual directiva.
La asamblea, reunida en el centro Luis Vives de la Universidad del CEU en Madrid, tiene previsto aprobar las cuentas de la asociación en el primer año de mandato de García Casquero, quien relevó en abril del pasado año a Alcaraz después de cuatro años en el cargo.
También se designarán las dos plazas vacantes que hay en la junta, después de que Antonio Muñoz y Carmen Miranda dimitieran como tesorero y secretaria, respectivamente, por discrepancias con la directiva.
Alcaraz ha reclamado tener acceso a la contabilidad de la AVT del último año y a su auditoría, así como a los contratos de personal y con empresas hechos desde la llegada a la presidencia de García Casquero por un período de dos años.
También ha pedido las copias de los procesos judiciales iniciados en la Audiencia Nacional desde que abandonó la presidencia del colectivo, que estuvo marcada por su censura al Gobierno por su política antiterrorista y su proceso de diálogo con ETA.
Según han explicado a Efe fuentes de la directiva de la AVT, "las cuentas están saneadas y perfectamente auditadas", por lo que no se justifican las acusaciones de falta de transparencia vertidas por el sector afín a Alcaraz.
La AVT, fundada en 1981 y que en la actualidad cuenta con unos 3.200 socios, se financia con fondos públicos y con aportaciones privadas.
La amplia presencia de afiliados ha demorado el comienzo de la asamblea, que se prevé que concluya en torno a las 14.00 horas.
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