José María vuelve a devolver su confianza a Mariano Rajoy. Casi un año después de que el ex presidente del Gobierno escenificase —en el XVI Congreso nacional del PP— su lejanía con el líder del PP, hasta el punto de retirarle la mano en pleno saludo, Aznar ha asegurado hoy que tiene 'una confianza plena' en el presidente del PP y le ha deseado 'un gran éxito'.

Preguntado por si es partidario de que el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, sea secretario general del PP, Aznar ha dicho que está 'convencido' de que tiene 'un gran futuro por delante', pero ha recordado que las decisiones internas corresponden a Rajoy.

Sobre cómo cree que sienta a los dirigentes del PP que él aparezca en los medios de comunicación, Aznar ha señalado: 'No lo sé porque no se lo pregunto, pero yo procuro aparecer poco', y ha explicado que ahora está promocionando el libro que presenta esta tarde sobre las salidas de la crisis económica.

Aznar se ha referido asimismo a las críticas que le dirigió ayer el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y ha ironizado afirmando que está 'acostumbrado' y aludiendo al resultado del partido de fútbol de la semana pasada entre Real Madrid y Barcelona.

'Todavía del 2-6 no tengo la culpa, pero a alguien se le ocurrirá', ha manifestado.

Ha afirmado que, cinco años después de llegar a la Presidencia del Gobierno, Zapatero 'tendría que asumir las responsabilidades de lo que ha hecho él', y ha hecho hincapié en que 'recibió el país más próspero de la historia' y 'va camino de batir el récord de ser el presidente que deje a España en la situación económica más problemática, con más parados'.

Ha incidido en que la crisis en España tiene 'factores propios' que hay que combatir porque 'no es posible tener un aumento del gasto público del 10% anual', no reformar el sistema de pensiones que 'no va a ser financiable en muy poco tiempo' o 'mantener un sistema laboral que genera nueve de cada diez parados de la Unión Europea'.

Entre las medidas que deberían adoptarse, Aznar ha destacado la necesidad de 'recomponer' la unidad de mercado, 'menos impuestos y una fiscalidad más ordenada', un mercado laboral 'más adecuado' y un sistema energético 'más competitivo'.

Para ello, ha apostado por 'recuperar' la energía nuclear y ha argumentado que las energías alternativas 'no pueden ser sustitutivas' porque son mucho más caras.