Este artículo se publicó hace 14 años.
Bachelet y Piñera coinciden en que la reconstrucción de Chile tardará años
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, y su sucesor, Sebastián Piñera, coincidieron ayer en que reconstruir la devastación causada por el terremoto del pasado sábado en el centro y sur del país será una tarea de varios años.
Mientras, las sucesivas réplicas del sismo de 8,8 grados Richter que sacudió hace cinco días a este país continúan asustando a los chilenos, y los dos millones de damnificados son todavía presa de la desesperación, a pesar de que la ayuda ha comenzado a fluir de forma más regular.
La cifra de muertos se mantiene en 802, según los datos oficiales más recientes de la catástrofe.
Aunque aún no se ha traducido en cifras el monto de las pérdidas materiales causadas por el sismo, Bachelet consideró hoy que las tareas de reconstrucción durarán prácticamente los cuatro años del Gobierno del derechista Piñera, que asumirá el poder el próximo 11 de marzo.
"Prácticamente todo el Gobierno próximo o por lo menos tres años del Gobierno próximo", dijo la mandataria al ser preguntada sobre el tema en una entrevista con radio ADN, en la que no obstante aseguró: "Vamos a sacar el país adelante".
Admitió que aún no se tiene una dimensión exacta de los daños en algunas partes, y comparó esta catástrofe, que abarcó una gran extensión del territorio chileno, con otras similares ocurridas en el pasado, pero más localizadas.
"Siempre hablamos del terremoto de Chillán, del terremoto de Valdivia, del terremoto de Tocopilla", dijo, y recordó que en este último caso (14 de noviembre de 2007), la reconstrucción tardó dos años.
Sebastián Piñera coincidió con esa visión al señalar que, debido a la emergencia, ha debido modificar su programa de Gobierno.
"Nuestro futuro Gobierno no va a ser el Gobierno del terremoto, va a ser el Gobierno de la reconstrucción", dijo el presidente electo al dar a conocer los nombres de sus intendentes en las regiones más afectadas por el sismo.
Precisó que su Administración enfrentará la catástrofe en varias etapas y que la primera consistirá en "superar la emergencia ciudadana, encontrar a las personas desaparecidas, restablecer los servicios básicos y poner el aparato productivo nuevamente en marcha".
Agregó que después vendrá la reconstrucción, que tendrá como eje su anunciado plan "Levantemos Chile", que tendrá "estándares más modernos y eficientes".
Otra etapa, añadió, corresponde a una nueva formulación de su programa de Gobierno.
Piñera adelantó la designación de intendentes de las regiones más afectadas a sugerencia de Bachelet, con el objeto de que se integren de inmediato a los comités de emergencia constituidos en cada una de las zonas para hacer frente a la catástrofe.
De ese modo, cuando asuman formalmente sus cargos, el próximo 11 de marzo, estarán compenetrados de las tareas en marcha, dijo el miércoles la mandataria.
En la región del Biobío, una de las más dañadas, fue designada intendenta Jacqueline Van Rysselberghe, actual alcaldesa de Concepción, quien ha acusado de ineptitud al Gobierno de Bachelet en el manejo de la situación.
Miembro del conservador partido Unión Demócrata Independiente (UDI), Van Rysselberghe llegó a decir que los damnificados estaban abandonados a su suerte porque no eran parientes de ninguna autoridad.
En las demás regiones, Piñera designó intendentes de perfil técnico y con experiencia empresarial: Rodrigo Galilea, en la región del Maule; Fernando Echeverría, en Santiago; Rodrigo Pérez Mackenna, en O'Higgins, y Andrés Molina, en La Araucanía.
También el presidente electo designó a Hernán Cheyre como futuro vicepresidente ejecutivo de la Corporación de Fomento (Corfo).
En tanto, la desesperación no abandona a los damnificados, a pesar de que la entrega de ayuda se ha regularizado y los servicios básicos de agua y luz han comenzado a ser repuestos en algunos sectores de las ciudades más afectadas.
En Concepción, que sigue bajo toque de queda nocturno, al igual que otras localidades de la zona y de la región del Maule, abrieron hoy algunos supermercados por primera vez desde el terremoto y de los saqueos que en los días posteriores proyectaron la imagen de una ciudad sin Dios ni ley.
La huella de los saqueos, sin embargo, no se ha extinguido: la Policía rastreaba hoy los escombros de una tienda por departamentos que fue incendiada por vándalos, para verificar rumores de que 19 personas habrían perecido calcinadas entre las llamas.
En Constitución, igualmente en la región del Maule, un 45 por ciento de la ciudad cuenta ya con energía eléctrica y, además de algunos locales comerciales, abrió también un banco.
Para constatar la forma en que distribuye la ayuda, Bachelet recorrió hoy los centros de acopio instalados en Santiago, Concepción y Talca.
"Queremos asegurar que las cosas estén llegando a la gente. Una de las cosas que me desespera y que me urge es que la gente esté sin los suministros básicos", dijo la mandataria.
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