Este artículo se publicó hace 13 años.
El Banco de España confirma que la economía ya cae
Malo de Molina asegura que habrá una contracción del PIB este trimestre. Defiende el acuerdo de la UE
"Se está produciendo una recaída de la actividad en medio de un contexto exterior y financiero adverso". Es la descripción de este país que hizo el director general del Servicio de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, en el VII Encuentro Bancario organizado por el IESE. Un país que ha mantenido su economía creciendo levemente por las exportaciones se encuentra con que sus compradores, fundamentalmente de la zona del euro, están tan débiles por la austeridad impuesta que no pueden tirar más del carro. Y todo ello cruzado con un nuevo periodo de sequía del crédito. Resultado: la economía ha empezado a contraerse de nuevo.
"Todos los indicadores disponibles apuntan hacia una contracción en este cuarto trimestre", confirmó Malo de Molina. "Se espera una tasa de variación intertrimestral negativa para el conjunto de la zona del euro" y, si esta no va bien, las exportaciones españolas, tampoco.
Claro que, una cosa es reconocer que España se para porque lo hace Europa y otra dejar de insistir en que la solución vendrá por "mejorar la competitividad", es decir, bajar salarios. Una tesis que parece no tener en cuenta la repercusión sobre el consumo interno, principal componente del PIB. Tampoco se tiene en cuenta que, cuando el sector privado está paralizado, sólo puede tirar el público.
Malo de Molina volvió a pedir que se continúe "la estrategia de consolidación fiscal". No "por calmar a los mercados", porque estos "exageran la bonanza" y "agravan la desconfianza", sino para "enderezar los fundamentos cuando se han acumulado desequilibrios". El director del Servicio de Estudios señaló a un exceso de deuda pública en España, pese a que se sitúa por debajo de la media de la Unión Europea con respecto al PIB y más de 20 puntos porcentuales por debajo de la de Alemania.
Señaló eso sí en especial a la deuda privada. Incluso habló de una "etapa de relajación financiera y excesiva expansión del crédito", aunque sin referirse a la responsabilidad del propio Banco de España. Malo de Molina alabó las últimas medidas del BCE de ayuda a la banca pero, como si del presidente del Bundesbank se tratase, defendió que la compra de bonos de países como España por el BCE para frenar la especulación sea "temporal y no se considere un recurso sustitutivo de la acción" de los gobiernos.
Uno de los problemas, en línea de nuevo con las tesis germanas, es que "los parlamentos nacionales mantengan plena soberanía en sus presupuestos", contra lo que alabó el acuerdo de Europa.
Por otro lado, un estudio de Agett pronosticó ayer que el número de parados durante el cuarto trimestre de 2011 superará los cinco millones, mientras la tasa de paro rondará el 23%.
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