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Los bancos alertan del contagio de la crisis griega

'Los mercados distinguen claramente entre Grecia y España', dice Salgado

M. ALBA / V. ZAFRA

Emilio Botín elevó la queja. 'El comportamiento de la acción del Santander no se corresponde en absoluto con los resultados de los últimos años ni con la solidez de nuestro balance', aseguraba el banquero en la Junta de Accionistas. No lo citó, pero en el trasfondo de su reflexión aparecía el contagio que la crisis griega está efectuando en la economía española. Una contaminación que las entidades sufren a diario con el encarecimiento de la financiación en los mercados mayoristas, por el sobrecoste del bono español a diez años frente al alemán, y el castigo a sus acciones.

'Desgraciadamente, a nosotros nos afecta mucho la volatilidad que generan las malas noticias sobre Grecia', sostenía ayer Pedro Pablo Villasante, secretario general de la Asociación Española de Banca (AEB), alineándose con la tesis de Botín. Un argumento que también se defendió en Bruselas. 'Estoy preocupado por un posible contagio, y por eso estamos tomando las decisiones sobre el próximo pago, que está condicionado a que el Parlamento griego vote a favor de la estrategia fiscal a medio plazo', razonaba OlliRehn, comisario de Asuntos Económicos.

En el otro extremo del razonamiento se situó Elena Salgado, que negaba la existencia de contagio hacia la economía española, tras otra jornada que expuso la falta de acuerdo de los países europeos sobre el futuro rescate griego. Para la ministra de Economía, las turbulencias de los mercados han afectado 'marginalmente' a España, después de que la prima de riesgo cerrase en 262 puntos básicos, un nivel similar al del pasado viernes. 'La discusión sobre Grecia no ha tenido efectos, porque los mercados distinguen perfectamente entre Grecia y España', mantuvo Salgado.

Sin embargo, desde la patronal bancaria no comparten esta idea. A su juicio, la inestabilidad griega ha sido una de las razones de la caída de márgenes y beneficios de los bancos españoles, como indican los beneficios del primer trimestre.

De enero a marzo, los bancos ganaron 3.714 millones de euros, un 4,5% menos que en el mismo periodo de 2010. 'Un resultado bueno teniendo en cuenta el difícil escenario económico', reflexionaba Villasante, quien auguró para final de año un descenso similar e insistió en supreocupación por el impacto de una quiebra en Grecia. 'Hasta que no haya acuerdos profundos de unión económica y monetaria no se calmarán estas tensiones. Los mercados siempre actúan contra los países más débiles', destacó, a la vez que solicitó agilizar el rescate griego y solicitó 'más esfuerzos' a Grecia para evitar la bancarrota en sus cuentas.

Si no lo hace así, dijo, otros países con problemas podrían copiar su actitud y dejarían que los inversores privados asumieran todo el perjuicio. En el caso griego, la banca española no estaría afectada debido a los escasa aparición de activos helenos en sus balances, a diferencia de otras entidades europeas que se examinarán en los próximos test de estrés. Precisamente, la exclusión de la deuda soberana de los activos válidos para la solvencia pone, en opinión de Villasante, en 'tela de juicio la solidez de estas pruebas'.

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