Este artículo se publicó hace 16 años.
Con bandeja en mano, mozos y camareras exhiben su oficio en una carrera en Buenos Aires
Con sus trajes calzados y bandeja en mano, más de 400 personas se lanzaron hoy en Buenos Aires a la Carrera de Mozos y Camareras, en la que debieron maniobrar para que las dos botellas y el vaso que portaban llegaran en perfecto estado a la meta.
La tradicional Avenida de Mayo, conocida como "La Gran Vía" porteña, fue el escenario elegido para llevar adelante la quinta edición de esta competencia en la que mozos y camareras de restaurantes, confiterías y bingos participan de esta particular carrera de 1.600 metros.
Pero como toda competición, también tiene sus reglas: está prohibido que entorpezcan el camino de otro competidor; que vuelquen el contenido del vaso o las botellas; y tampoco pueden correr, sino que deben ir a paso ligero.
"En mi trabajo, los encargados siempre me pedían que fuera más despacio con la bandeja. Pero yo les explicaba que me estaba entrenando para la carrera", señala a Efe el mozo Fernando Giménez, instantes antes de la partida.
A medida que se acercaba la hora de la salida, los gestos nerviosos de los participantes se multiplicaron, mientras numerosas personas se agolparon a lo largo de la avenida para presenciar la competencia que se extendió hasta la histórica Plaza de Mayo, donde los mozos deban la vuelta para regresar hacia la meta.
Entre los espectadores había desde familiares que iban alentando a los corredores a su lado hasta turistas que fueron a pasear por la tradicional calle y vieron que "se acercaban de repente decenas de bandejas", tal como le ocurrió a Mirta, de la provincia norteña de Salta.
Pero no todos compartieron el mismo entusiasmo: "tuve que venir para quedar bien en mi trabajo, pero a mí no me gusta esto", admitió uno de los competidores que, a juzgar por su paso, no hacía un gran esfuerzo por el primer puesto.
Sin embargo, la expectativa de otros iba en marcado ascenso, al punto que en los últimos metros, el afán de llegar hizo que los primeros en arribar a la meta terminaran corriendo y fueran descalificados.
"En ninguna edición, el primero en llegar es el que gana. Generalmente los primeros en arribar son descalificados por correr o porque se apuran y se les cae lo que llevan en la bandeja", sostiene a Efe Dante Camaño, presidente de la Asociación de Patrocinadores del Turismo, la Hotelería y la Gastronomía de la República Argentina, organizadora del evento.
De hecho, Marcelo Heili, ganador en la categoría mozos de hasta 45 años, fue el cuarto en llegar, mientras que Jonathan Ibarra, el primero en arribar a la meta, vio aplastadas sus ilusiones minutos después cuando se anunciaron los premios.
"No se me cayó nada, ni tampoco me pareció que había corrido. Es muy estresante la carrera. Es difícil ir duro con las piernas", lamentó Ibarra.
Como contrapartida, los ojos de Heili se encendieron cuando el locutor anunció que había ganado el primer puesto de su categoría, con lo que obtuvo una medalla y un cheque de 2.000 pesos (626 dólares) durante la entrega de premios, a la que asistieron funcionarios porteños y dirigentes del sector.
"Me costó el último tramo. Me temblaba todo. Y eso que había entrenado. Con mis compañeros del bingo donde trabajo competíamos entre nosotros. Y también salíamos a caminar rápido", cuenta Heili, de 28 años, que demoró 22 minutos en completar el recorrido.
Camilo Cuellar, el ganador del primer puesto en la categoría de 46 a 99 años, ya es todo un profesional de las carreras de mozos: "salí primero en las últimas tres ediciones", dice orgulloso este empleado de 46 años, que se desempeña en un restaurante del barrio porteño de Palermo.
Pero esta competición no es solo cuestión de hombres ya que Daniela Palacios, de 24 años, fue la vencedora en el segmento de camareras.
"Llegué casi descompuesta, pero me tenía fe porque mi trabajo es mi entrenamiento. Los que nos desempeñamos en bingos vivimos corriendo de un lado para otro", reconoce Palacios.
En tanto, los que obtuvieron el segundo lugar en cada categoría obtuvieron un cheque por mil pesos (313 dólares) y los que lograron el tercer puesto recibieron 500 pesos (156,5 dólares).
La carrera forma parte de las actividades turísticas y culturales que se desarrollarán desde hoy, durante seis fines de semana, para rescatar las raíces españolas de la tradicional avenida.
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