El Barcelona se clasificó el martes para las semifinales de la Liga de Campeones tras empatar 1-1 con el Bayern de Múnich en el partido de vuelta de cuartos disputado en la ciudad del sur de Alemania, con un resultado global de 5-1.

Tras la humillante goleada 4-0 que sufrió la semana pasada en el Nou Camp, el Bayern sabía que tenía la tarea prácticamente imposible de remontar frente a un Barça que llegaba en forma.

Después de un primer tiempo sin goles, el hábil centrocampista francés Franck Ribéry abrió el marcador al volver del descanso con un remate desde cerca que salvó el orgullo del equipo alemán.

Ribéry, que no jugó un buen primer tiempo, evitó el fuera de juego al recibir un centro del brasileño Zé Roberto y marcó sin problemas cuando se quedó cara a cara con el arquero catalán, Víctor Valdés.

Sin embargo, la defensa del Barça prácticamente no volvió a cometer errores y anuló la presencia en el área del delantero italiano Luca Toni, además de preocuparse más por impedir las buenas combinaciones entre Ribéry y Sosa.

La pequeña alegría de los aficionados alemanes no duró demasiado, ya que el centrocampista maliense Seydou Keita empató en el minuto 73 con un remate desde lejos tras de una jugada entre Andrés Iniesta y Xavi Hernández que volvió a dejar en evidencia la fragilidad defensiva del Bayern.

A partir de entonces, el club azulgrana, que contó con el argentino Lionel Messi como titular, se dedicó a regular sus fuerzas y tampoco su rival arriesgó demasiado, por lo que el resultado se mantuvo intacto hasta el final.

Con el técnico del Barcelona, Josep Guardiola, suspendido, el que expresó su alegría tras el encuentro fue su suplente en Múnich, el entrenador asistente Tito Vilanova.

"Tácticamente, jugamos muy bien. Sabíamos que si perdíamos la pelota en la mitad del campo el Bayern podía volverse muy peligroso con Toni y Ribéry. Por eso los contuvimos bien", comentó Vilanova.

"Ahora debemos continuar trabajando y ver qué títulos podemos lograr", añadió.

Por su parte, el técnico del Bayern, el cuestionado Jürgen Klinsmann, confesó: "Por supuesto que teníamos una pequeña esperanza que no nos animábamos a mencionar".

"Si hubiéramos marcado un gol rápido y presionado para un segundo, tal vez (habría cambiado algo), los milagros siempre suceden en el fútbol", añadió.

En las semifinales, que comenzarán el 28 de abril, el Barcelona se medirá con el Chelsea, que el martes eliminó al Liverpool.