Este artículo se publicó hace 15 años.
El Barça recupera su estatus
Fácil debut en la Euroliga. Fenerbahce 59 - Barcelona 82.
El compromiso con el sacrificio, sinónimo en baloncesto de piernas flexionadas y brazos estajanovistas en la circulación contraria, devolvió al Barça al estatus que se dejó poner en entredicho, el pasado fin de semana, en Gran Canaria. Sin urgencias en ataque, el paroxismo defensivo del cinco inicial de Xavi Pascual estranguló al Fenerbahce.
En apenas cuatro minutos, el equipo turco traspasó esa delicada línea que lo destruye como grupo para convertirlo en una suma de jugadores que se dedican a explotar un individualismo mal entendido. Todo lo contrario que el Barça. Aunados por la dirección de Ricky, Vázquez y Mickeal se repartían los puntos que empezaban a construir una distancia (8-19, min. 8) que finiquitó el partido en el primer cuarto (11-19, min. 10).
Sin sentido ni en la circulación ni en la elección de los tiros, el equipo turco comenzó a deambular por la pista. Apenas podía ofrecer ningún tipo de propuesta. Ni el recurso a Greer, más farfullero que efectivo desde el perímetro, sirvió para frenar la dinámica en la que estaba instalado ya el Barça. Alentado por una solidaridad (anotaron todos los jugadores) que pretende acabar con los episodios de Navarrodependencia, el campeón de la ACB se dedicó a especular con el resultado y a continuar en la búsqueda de nuevas sinergias. Como la que predican Ricky y Trías; Ricky y NDong y, de nuevo, Ricky con Vázquez.
Una complicidad que genera espectáculo (varias de sus sincronías acabaron en alley up), mientras Pascual apuntala las bases que le llevaron, el pasado año, a la Final Four. En este Barça, los triples de Basile, el recorrido de Grimau y la omnipresencia de Navarro se supone. Como su candidatura al título en París.
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