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Barcelona y la familia olímpica despiden a Samaranch

Reuters

Barcelona, la ciudad natal de Juan Antonio Samaranch, despidió el jueves al ex presidente del Comité Olímpico Internacional, con un funeral por todo lo alto presidido por los Reyes de España con la presencia de la élite deportiva y numerosas personalidades.

La catedral de Barcelona recibió el féretro de Samaranch transportado por atletas olímpicos, como el tenista Rafa Nadal, el gimnasta Gervasio Ferrer, la regatista Tereza Zabell, la nadadora Gemma Mengual o el ex waterpolista Manel Estiarte, entre otros.

como el alcalde de la ciudad Jordi Hereu y el presidente de la Generalitat, José Montilla - , y por miembros del Gobierno: la ministra de Defensa, Carme Chacón y el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho.

También asistieron los Príncipes de Asturias, que por la mañana estuvieron en el Palau de la Generalitat en la capilla ardiente de Samaranch, fallecido el miércoles a los 89 años por una insuficiencia coronaria aguda.

Cientos de ciudadanos dieron su último adiós al dirigente olímpico y diversos mandatarios recordaron su legado a lo largo del día.

"Descanse en paz Juan Antonio Samaranch que con su presencia fértil y activa entre nosotros ha aportado armonía, calidad y unidad al mundo olímpico y a cuantos han, o hemos, tenido la fortuna de encontrarnos a su lado", dijo el Príncipe Felipe ante el ataúd de Samaranch, cubierto con la bandera olímpica.

"Valgan estas palabras para dar testimonio de nuestro profundo afecto, y gratitud y reconocimiento a su persona, gracias a todos, gracias Samaranch, gracias Juan Antonio. Buen viaje a la eternidad", concluyó el príncipe.

El actual dirigente del COI, Jacques Rogge, destacó la figura del fallecido en unas palabras en el Palau de la Generalitat ante la presencia de la familia de Samaranch.

"Hoy puedo decir que Samaranch ha sido el dirigente del COI con más influencia desde Pierre de Coubertain", declaró Rogge, durante una ceremonia, en unas declaraciones traducidas en directo en CNN+.

"Samaranch lo cambió todo, hizo de los juegos lo que son hoy", agregó.

La hija del fallecido, María Teresa Samaranch, fue la última en intervenir en un emotivo acto, depositando una rosa roja sobre el féretro, antes de que comenzara a sonar la canción preferida de su padre "Amigos para siempre", uno de los himnos de los JJOO de Barcelona'92.

En el acto, realizado antes de que la capilla ardiente se abriera al público, intervino el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, los alcaldes de Barcelona y Madrid, Jordi Hereu y Alberto Ruíz-Gallardón y el ex presidente de la Generalitat Pascual Maragall, que era el alcalde de la Ciudad Condal durante los Juegos de 1992.

GRAN EMBAJADOR

Maragall calificó al presidente honorario vitalicio del COI como un gran embajador de Barcelona en el mundo.

"Pero a mí me quedan dos imágenes de Samaranch por encima de las otras: la del 17 de octubre de 1986, cuando abrió el sobre y con satisfacción autocontenida dijo "à la Ville de Barcelona", y la del 9 de agosto de 1992 cuando, sin contenerse, clausuró los Juegos Olímpicos proclamándolos "los mejores Juegos de la historia". Gracias, Joan Antoni", escribió el político en una columna en el diario El País.

Una de las figuras más poderosas del mundo del deporte, que tuvo influencia en el movimiento olímpico casi hasta el final, Samaranch padeció varios problemas de salud desde su retirada, y había sido ingresado en el hospital en varias ocasiones.

Durante dos décadas dirigió el COI con absoluta autoridad y la celebración de los Juegos Olímpicos de 1992 en Barcelona, que transformaron su ciudad natal y fueron los primeros celebrados en España, está considerada su triunfo personal.

En julio de 2001 abandonó el cargo tras 21 años de presidencia y dejó paso a Rogge, octavo presidente del organismo.

Los restos incinerados de Juan Antonio Samaranch descansarán en el cementerio de Montjüic, entre otros personajes ilustres de Barcelona.

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