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Barenboim ofrece un concierto en El Cairo rodeado de polémica

EFE

El director de orquesta israelí Daniel Barenboim ofreció hoy un concierto en El Cairo que estuvo precedido de una fuerte polémica ante lo que el artista señaló que sólo forma parte de su "proyecto humano" en favor de la reconciliación.

Barenboim, nacido en Buenos Aires en 1942 y criado en Israel, actuó esta noche en el Palacio de la Ópera de El Cairo, en un programa que incluyó, como solista, la Sonata número 8 (Patética) de Beethoven y, al frente de la Orquesta Sinfónica de El Cairo, la 5a. sinfonía del mismo compositor.

El pianista y director se presentó ante una audiencia que vestía sus mejores galas y entre la que estaba mucha gente que parecían extranjeros residentes en El Cairo.

Como asistentes especiales se encontraban el ministro de Asuntos Exteriores de España, Miguel Ángel Moratinos, que hoy cerró un viaje oficial a Israel y quien estuvo acompañado por el ministro egipcio de Cultura, Faruk Hosni.

Barenboim ofreció su arte en El Cairo precedido por los recelos de la prensa local hacia su persona y su trayectoria. Aunque Israel y Egipto sellaron la paz hace treinta años, en El Cairo se respira aún cierto resquemor por las guerras pasadas.

"Sabía que había mucha gente que quería verme aquí, y otra que no", afirmó en un breve mensaje el director israelí, al final del concierto. "Todo el mundo tiene derecho a pensar lo que quiera", insistió en un discurso encendido.

Barenboim negó que su visita de dos días a El Cairo tenga que ver con cualquier intento de "normalizar las relaciones" entre Israel y Egipto, y dijo que con su gesto sólo quería cumplir con su "proyecto humano".

La actuación de Barenboim en el Palacio de la Ópera de El Cairo, organizada por la embajada de España y Austria, no ha sido bien recibida por algunos medios de comunicación egipcios, a los que les cuesta desprenderse del lastre histórico de las guerras entre los dos países.

Desde el diario Al Wafd, el escritor Amyad Mustafa acusó al artista de "lavar el cerebro" de los jóvenes egipcios que participan en la Orquesta West-Eastern Divan, fundada por Barenboim junto al intelectual palestinos Edward Said en 1999.

Barenboim y Said compartieron en el 2002 el premio Príncipe de Asturias a la Concordia. Said murió hace dos años, pero Barenboim persiste en mantener viva la misión de esa orquesta, en la que participan músicos procedentes de todos los países árabes y de Israel.

En su mensaje, en inglés, Barenboim recordó que en 1952 se fue a vivir a Israel y allí se crió, pero dijo que, a pesar de ello, aún sigue condenado la ocupación de los territorios palestinos por parte de israel.

"Todas las mañanas me levanto con un malestar en el estómago cuando veo que los territorios palestinos siguen ocupados", afirmó. "Y esto no lo digo para recibir aplausos baratos de ustedes -agregó-, porque he dicho esto en Israel, en Washington y en todas las partes donde he ido".

Barenboim fue presentado en el escenario por el actor egipcio Omar Sharif, una de la figuras más reconocidas en su país y quien suele actuar como maestro de ceremonias de actos culturales de relieve internacional que se celebran en la capital.

Sharif dijo sentirse "muy orgulloso y muy honrado" de presentar a Barenboim, resaltó su espíritu tolerante y recordó que viene de la misma tierra que el futbolista Diego Armando Maradona.

"Si todo el mundo fuera como él, no habría guerras en el mundo", agregó el actor.

Si fuertes fueron los aplausos que recompensaron a Omar Sharif mayor fue la ovación que recibió a Barenboim cuando se presentó en el escenario de la Ópera de El Cairo, uno de los edificios más hermosos de la arquitectura moderna de la capital egipcia y que hoy estaba a rebosar.

Barenboim dirigió con entusiasmo a la Orquesta Sinfónica de El Cairo, fundada en 1959, y señaló a los cairotas que tenían que estar orgullosos de ella.

Todos y cada uno de los integrantes de la orquesta fue saludado por Barenboim cuando terminó la interpretación.

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