El barril de crudo Brent, de referencia en Europa, marcó hoy un nuevo récord histórico, al cotizar a 116,75 dólares en el mercado de futuros de Londres, afectado por los temores a una interrupción del suministro.

El barril de Brent para entrega en junio alcanzó ese pico a las 15.50 GMT en el International Exchange Futures (ICE), aunque luego moderaba su precio y se pagaba a 116,28 a las 16.17 GMT.

Pese a que durante todo el día registró una tendencia al alza, el petróleo del Mar del Norte tuvo su subida más espectacular por la tarde, cuando, en una hora y media, se encareció más de 1,20 dólares.

El lunes, el Brent cerró en 114,43 dólares tras alcanzar cotas máximas durante la sesión, después de que países de la OPEP se mostraran reacios a aumentar su oferta.

El alza del crudo del Mar del Norte, coincide una vez más, con el aumento del Texas en Estados Unidos, donde superó por primera vez los 119 dólares, afectado por el debilitamiento del dólar y la inquietud por el flujo regular de suministros de petróleo.

Poco antes de la media sesión en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), el barril de Petróleo Intermedio de Texas para entrega en mayo se negociaba a 119,32 dólares, después de haber tocado fugazmente los 119,74 dólares.

La tendencia al alza del crudo se debe principalmente a la inquietud por una posible reducción del suministro, motivada por el sabotaje de las instalaciones de Shell en Nigeria, y también por una huelga en el Reino Unido que afectará a la distribución de petróleo del Mar del Norte.

Royal Dutch Shell ha anunciado la suspensión de una producción diaria de 169.000 barriles, por los ataques de la semana pasada contra su infraestructura en el Delta del Níger.

En Escocia, hay programada una huelga de los trabajadores de la refinería Grangemouth, que recibe cargamentos de crudo.

Aunque la reducción de barriles por estas causas no es muy significativa, el mercado es particularmente sensible en este momento, apuntan los analistas.

También influye el debilitamiento del dólar frente al euro y otras divisas, que incentiva las compras de contratos de petróleo y de otras materias primas que se negocian en dólares en los mercados internacionales, al resultar más baratas si se adquieren con monedas fortalecidas.