Este artículo se publicó hace 16 años.
Barroso pide al Parlamento turco que se concentre en las reformas europeas
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, pidió hoy al Parlamento turco que se concentre en las reformas aconsejadas por Bruselas, ya que es la vía que permitirá a Turquía llegar a ser miembro de la Unión Europea (UE).
Durante un discurso en la Gran Asamblea Nacional de Turquía, Barroso recordó que el camino a la Unión tampoco fue fácil para otros países, como el Reino Unido, cuya adhesión fue rechazada en dos ocasiones, o España y Portugal, que sólo fueron aceptados como miembros tras largas campañas negativas en otros países.
Por ello, Barroso dijo que Turquía será aceptada en la UE tras terminar el proceso negociador y con los votos de todos los países miembros del club y el suyo propio.
El presidente de la Comisión Europea comenzó su discurso subrayando la importancia geoestratégica de Turquía como guardián de los estrechos del Bósforo y los Dardanelos, y afirmó que las relaciones turco-europeas se han ido profundizando desde la fundación de la UE.
"Ambos contribuimos a un mundo más seguro. Sabemos que la profesionalidad y las capacidades del ejército turco son muy importantes", dijo Barroso, quien subrayó el papel de Ankara en sus relaciones con el mundo musulmán y como modelo alternativo al fundamentalismo.
"En nombre de la estabilidad y la democracia, Turquía está jugando un papel muy importante en la región más inestable del mundo", señaló.
Los analistas turcos calificaron de inmediato este discurso como "una introducción a la UE" para los diputados turcos, al haber intentado el presidente de la CE explicarles que el amor por el propio país no entra en contradicción con el trabajo con otros ideales comunes, como la democracia y la libertad.
Por su parte, los parlamentarios respondieron con aplausos al presidente de la Comisión cuando éste aseguró que la UE tiene puesta su atención en la amenaza terrorista a Turquía y definió al grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) como "una organización, sin duda, terrorista".
Sin embargo, añadió que los problemas del sudeste de Turquía, de mayoría kurda, no se pueden solucionar solo por medios militares, sino que se debe garantizar sus derechos culturales y políticos.
Además, Barroso consideró el momento actual como una oportunidad para la solución el problema de Chipre y pidió a Turquía que no deje pasar esta oportunidad.
Así, llamó a Turquía a completar sus responsabilidades derivadas del Acuerdo de Ankara y a abrir sus puertos y aeropuertos a los barcos y aviones grecochipriotas, para que se puedan continuar las negociaciones en los capítulos bloqueados a raíz de este conflicto.
Respecto al debate sobre el laicismo en Turquía, aseguró que cada país europeo ha encontrado sus propias soluciones y que la UE no interferirá en este asunto.
En el campo de la libertad de expresión, defendió la importancia de poder expresar todas las ideas que no defiendan la violencia y consideró que Turquía ha realizado reformas "impresionantes", pero que aún le falta progresar en ellas, así como en la democratización de las relaciones entre el poder civil y militar, y en los derechos culturales, de las mujeres, los niños y los sindicatos.
El director del Centro para la UE de la Universidad de Mármara, Cengiz Aktar, valoró el discurso de Barroso como un ejemplo de cómo decir todo lo necesario en un lenguaje apropiado.
"Todas las reformas a la que Barroso hizo referencia se realizaron entre 2002 y 2004. Lo que demuestra que después de entonces no se ha hecho nada al respecto", añadió.
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