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Bautista logra una victoria sin paliativos y se acerca al líder

EFE

El español Alvaro Bautista (Aprilia) se adjudicó su primera victoria de la temporada al imponerse sin paliativos al resto de rivales en el Gran Premio de Portugal de 250 c.c., que hoy se disputó en el circuito de Estoril y tras el cual sube bastantes puestos en la clasificación provisional del mundial.

Tan sólo en el momento de la salida hubo cierta igualdad pues desde ese mismo momento Alvaro Bautista, que ya suma su tercera victoria en Estoril, salió como un disparo y si bien la iniciativa al final de la recta de meta fue del italiano Marco Simoncelli (Gilera), apenas estuvo en esa posición un par de curvas más, hasta que el piloto de Talavera de la Reina se puso líder y comenzó a tirar con fuerza para aprovechar su mejor ritmo de carrera, ya mostrado durante los entrenamientos.

Esta vez no hubo problemas mecánicos ni de otra índole y Bautista pudo imprimir un ritmo a su carrera, en varias ocasiones con vuelta rápida incluida, que ninguno de sus rivales pudo seguir y tan solo Simoncelli en las cinco vueltas iniciales dio la impresión de poder mantener el rebufo, pero el ritmo del piloto de Aprilia resultó demasiado alto para el de la Gilera, que poco a poco fue cediendo terreno para rodar buena parte de la prueba en una cómoda segunda plaza que no lo fue tanto en el último giro.

En tanto que Alvaro Bautista se marchó a ritmo de vuelta rápida -protagonizó seis consecutivas-, por detrás Marco Simoncelli navegó en solitario con un cuarteto perseguidor que en la primera parte de la carrera no pudo darle caza y que estaba integrado por el finlandés Mika Kallio (KTM), el italiano Mattia Pasini (Aprilia) y los japoneses Hiroshi Aoyama (KTM) y Yuki Takahashi (Honda).

En ese mismo grupo estaba en las vueltas iniciales el también español Alex Debón (Aprilia), pero su esfuerzo por neutralizar la ventaja de los fugados le hizo entrar demasiado "colado" en una de las curvas rápidas del circuito portugués, que por contra tiene la curva más lenta de todo el mundial en su acceso a la temida "chicane", y perdió adherencia en el tren delantero y por ello acabó por los suelos sin solución de continuidad.

Traspasado el ecuador de la carrera, en el cuarteto de detrás se marchó en solitario el finlandés Kallio, mientras que desde más atrás el suizo Thomas Luthi (Aprilia) comenzó a recuperar terreno para acabar enlazando con este grupo y, a la postre incluso superarlo para lograr una meritoria cuarta plaza.

No tardó mucho en percibirse que, salvo error del piloto o una nueva avería mecánica, como ya le sucediese en Jerez de la Frontera, la victoria de Alvaro Bautista iba a ser incuestionable, pero tras él Simoncelli se confió en exceso al saberse cómodo en la segunda plaza perdiendo casi un segundo por vuelta con el español, que no se dio cuenta de que por detrás venía como un tiro Mika Kallio, líder ahora de la clasificación provisional del mundial.

Pero antes de que se produjese la neutralización, hubo otro hecho destacado, ya que el líder de la clasificación provisional del mundial, el italiano Mattia Pasini (Aprilia), sufrió una caída al intentar mantener la posición en la que su moto quedó dañada y si bien regresó a la carrera, antes incluso de completar ese giro, el decimotercero, se volvió a caer y ya esta vez no pudo hacer nada por volver a la pista, con lo que dejaba el camino expedito a su rival Kallio para arrebatarle el primer puesto en la tabla de puntos.

El piloto finlandés intentó aprovechar aún más su oportunidad y se colocó tras el rebufo de la Gilera de Simoncelli, al que intentó adelantar en la misma recta de meta en el último giro, llegándose a tocar ambas motos al cerrarse sobre el transalpino, que le superó por escasamente trece milésimas de segundo.

Julián Simón (KTM) fue el tercero de los españoles en discordia pero en ningún momento estuvo en el grupo de cabeza y no supo aprovechar el tirón de Thomas Luthi, con el que rodó en las vueltas iniciales, para recuperar rápidamente terreno, por lo que al final tuvo que conformarse con la séptima posición, justo por delante de Héctor Barberá (Aprilia), quien no hizo una buena salida y se vio relegado a la decimosexta posición al principio.

Poco a poco Barberá ganó algunas posiciones y ello unido a una serie de abandonos por caída, como la de Pasini o anteriormente Debón, le permitió entrar octavo y mantenerse en la tercera plaza del campeonato del mundo.

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