Este artículo se publicó hace 15 años.
El Bayern sentencia y el Chelsea, Liverpool y Panathinaikos se abren paso
El Bayern Múnich, que sentenció en Lisboa, el Panathinaikos, el Liverpool y el Chelsea se abrieron paso hacia los cuartos de final de la Liga de Campeones con un resultado favorable en los primeros envites de octavos, que vislumbra un panorama abrupto para los equipos españoles, el Real Madrid y el Villarreal.
Categórico fue el paso hacia adelante del Bayern Múnich (0-5). En su retorno a la máxima competición continental dejó patentes sus intenciones alentado por un rival inferior. El Sporting Lisboa, del que el Barcelona desveló sus carencias en la fase de grupos, estuvo siempre a expensas de su adversario.
Liderado por el francés Frank Ribery se deshizo de la irregularidad que evidencia en la competición de su país. Sin excesiva brillantez pero con eficacia cumplió con la condición de favorito. Un tanto del francés al borde del intermedio dejó allanado el panorama en Lisboa. Después, cerró la eliminatoria con los tantos de Miroslav Klose, otro más del atacante galo, que marcó de penalti, y dos del italiano Luca Toni.
El Chelsea, igualmente, salió airoso del choque contra el Juventus. El cuadro dirigido por Guus Hiddink impuso un ritmo que no supo contrarrestar el Juventus, sostenido, mientras pudo por la rigidez táctica y expuesta, sólo, a la inspiración de las gotas de talento que aún permanecen en un grupo que se sostiene, de forma ilusoria, en la lucha por el campeonato italiano.
La estrategia le amparó durante doce minutos. El tiempo que tardó el marfileño Didier Drogba en romper la meta transalpina. Lejos de reaccionar, el Juventus intentó mantener el tipo y esperar al amparo de Turín para mantener sus aspiraciones en Europa.
Un par de ocasiones más, otra de Drogba, malogradas, pudieron hacer más daño al cuadro de Claudio Rainieri, que regresó a un estadio en el que comenzó a construir el sueño de grandeza de Roman Abramovich, que hoy le recibió con respeto.
Mientras, un gol del griego Karagounis al cuarto de hora de la segunda parte dejó al Villarreal cuesta arriba la continuidad europea. El conjunto del chileno Manuel Pellegrini pagó la falta de puntería. Desperdició claras oportunidades en la primera mitad. Y después nadó a contracorriente. Presa de la precipitación y de la ansiedad.
La entrada del turco Nihat Kahveci y del francés Robert Pires no mejoraron el aspecto del equipo español aunque el gol del italiano Giuseppe Rossi, que transformó un penalti, deja abierta la esperanza para el Villarreal en Atenas.
Peor pinta asoma la continuidad continental para el Real Madrid, incapaz de romper el entramado del Liverpool. El choque transitó espeso, sin ocasiones claras. Excesivamente táctico. Hasta que un gol del israelí Yossi Benayoun a falta de siete minutos alteró el estado de ánimo blanco, empujado a la orilla de la eliminación salvo que sea capaz de rescatar el enfrentamiento en Anfield, en el choque de vuelta.
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