Lehman Brothers no fue demasiado grande para caer. O quizá sí, si se tienen en cuenta las consecuencias de su caída. Pero no se calculó bien su impacto. Para evitar errores como este, o al menos paliar las críticas, los principales banqueros centrales del mundo están diseñando una lista cerrada de qué entidades financieras producen un riesgo sistémico. Es decir, aquellas que serán demasiado grandes para dejarlas caer.

La pluralidad de requisitos que los países habían puesto sobre la mesa para describir un banco sistémico había llevado a descartar en algunos momentos que BBVA y Santander formaran parte del listado final. Sin embargo, la vicepresidenta económica, Elena Salgado, consideró ayer 'razonable' que, con los requisitos que se están barajando en estos momentos, los dos bancos españoles formen parte de este listado de rescatables.

Las nuevas normas obligarán a estos bancos a reforzar su nivel de capital

Aunque a priori parece positivo ser considerado un banco que no se puede dejar quebrar, la denominación tiene truco para los que caen en la lista. Las nuevas reglas de regulación financiera que está diseñando el Foro de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés) y que el G-20 se encarga de coordinar a nivel internacional, obligarán a estas entidades a tener más requisitos de capitalpara hacer frente a posibles pérdidas y que no sea el dinero público el que tenga que volver a rescatarlos.

Aunque aún no se ha especificado el coeficiente de capital sobre activos dudosos que se exigirá a estas entidades, es una desventaja comparativa frente a otros competidores. Además, en caso de quiebra, los tenedores de deuda de la entidad asumirán parte de las deudas al convertirse sus títulos en capital. Esto encarecerá las futuras emisiones de bonos de las entidades sistémicas, que obligarán a que sus acreedores asuman riesgos extra.

España había presionado para lograr que los criterios para definir a estos bancos incluyeran aspectos como la complejidad e internacionalización de las entidades, rasgos que las definen de forma cualitativa y no cuantitativa, como el tamaño. Sin embargo, la decisión de incluir a los bancos españoles anticipa que será el criterio de la dimensión elque prevalezca sobre el resto.

La vicepresidenta destaca la aportación española a la figura del supervisor

Salgado destacó la aportación de la delegación española en el diseño de una 'supervisión inteligente' de las entidades financieras. Además, aseguró que el G-20 aprobará hoy un 'marco de trabajo ambicioso' para completar el listado de entidades lo antes posible. El foro también quiere imprimir ritmo al acuerdo de implementación de la nueva normativa bancaria Basilea III, que exigirá más capital a todos los bancos desde 2013.

La cumbre de Seúl terminará hoy las discusiones sobre regulación financiera abordando los controles sobre el mercado de productos derivados, entre otras medidas. La tasa sobre las transacciones financieras, en cambio, queda postergada para la próximareunión del G-20.