Este artículo se publicó hace 13 años.
El BCE invierte 22.000 millones en comprar deuda de España e Italia
Sarkozy y Merkel se reúnen en París, en medio de la polémica sobre los eurobonos
El Banco Central Europeo (BCE) destinó la semana pasada la mayor cifra desde que se inició la crisis de la deuda a defender a los países atacados por los especuladores. Según la información facilitada ayer por la entidad, dedicó 22.000 millones de euros a la compra de bonos de Italia y España, muy por encima de las estimaciones de los operadores y los analistas del mercado (calculaban unos 15.000 millones). La cifra supera la que invirtió en la primera semana de funcionamiento del programa de compra de bonos, en mayo de 2010, cuando la UE aprobó el primer plan de rescate para Grecia. Entonces, destinó 16.500 millones, y en la semana siguiente, otros 10.000 millones.
El BCE no especifica nunca los países de los que ha adquirido deuda; pero ya el pasado día 7 anunció su intención de comprar títulos italianos y españoles, cuyos diferenciales con el bono alemán (el sobreprecio que exige el mercado, que indica la percepción de riesgo de impago que se tiene del país que se trate) alcanzaron en la primera semana del mes sus máximos históricos, en niveles que, para algunos analistas, podrían colocarlos en situación de rescate (el español rozó los 400 puntos básicos). La intervención del BCE, que se produce después de 19 semanas sin haber realizado ninguna compra, ha permitido rebajar la tensión sobre los bonos de ambos países, que ayer cerraron en los 267 puntos, para el español, y los 270 puntos, para el italiano.
Es la mayor cantidad desde que se inició la crisis en mayo del año pasado
Son niveles levemente superiores a los que registraron el viernes de la semana pasada, lo que los analistas atribuyen a la polémica sobre los eurobonos (un instrumento que también podría contribuir a evitar la presión de los especuladores sobre la deuda soberana), a los que se opone firmemente el Gobierno alemán.
Su oposición ha llevado a Berlín a dejar este asunto fuera de la reunión que mantendrán este martes en París la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés, Nicolás Sarkozy. Un portavoz de Merkel subrayó ayer que el Ejecutivo alemán "ha dicho en numerosas ocasiones que no cree que el eurobono tenga sentido y, por eso, este tema no jugará ningún papel en la reunión". Berlín teme que este instrumento perjudique sus propias finanzas (encarezca sus emisiones de deuda, y pueda correr el riesgo de perder su rating, que es ahora el más alto posible), y que a la vez reduzca los incentivos para que los miembros más débiles de la eurozona sigan adelante con sus reformas. Pero dentro de Alemania no hay unanimidad sobre este asunto: la asociación de empresarios exportadores alemanes abogó ayer por la puesta en marcha de los eurobonos. "Los necesitamos, y rápidamente" para evitar una nueva depresión económica, como consecuencia de la crisis de la deuda, según dijo el presidente de la asociación, Anton Boerner, a Reuters.
Los mercados y los gobiernos están pendientes de la cumbre en París, la tercera entre ambos dirigentes en apenas tres meses, para buscar una solución definitiva a la crisis. La vicepresidenta económica, Elena algado, dijo, en declaraciones a Europa Press, que confía en que de la reunión de Merkel y Sarkozy surja un "compromiso contundente" para acelerar las reformas en la UE y los procesos de gobernanza económica.
En paralelo, la deuda española pasa un enésimo examen en el mercado. El Tesoro tratará de captar 5.000 millones en letras a 12 y 18 meses. En una subasta similar en julio, tuvo que encarecer la rentabilidad casi en un punto. La semana pasada, en medio de la intervención del BCE, Italia emitió bonos a 12 meses, y logró rebajar los intereses.
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