Por Robert Hetz

Telefónica pudo aumentar su beneficio en 2009 y reafirmó sus objetivos para 2010, tranquilizando a los inversores preocupados por el descenso de su negocio en España y las turbulencias cambiarias y la hiperinflación en Venezuela, uno de sus principales mercados en Latinoamérica.

La operadora dijo el viernes que su beneficio neto subió el año pasado un 2,4 por ciento hasta 7.776 millones de euros, ligeramente por debajo de las previsiones (+4,6 por ciento) de los analistas.

En una nota de prensa, la operadora confirmó sus compromisos de dividendo hasta 2012 (mínimo de 1,75 euros por acción) y mantuvo el objetivo de alcanzar este año un beneficio por acción de 2,1 euros por acción.

A las 1000 horas, las acciones de Telefónica subían un 1,27 por ciento a 17,115 euros mientras que el índice europeo de las telecomunicaciones DJS Telcom ganaba un 0,27 por ciento.

"Hay algo de alivio porque el cuarto trimestre podría significar que se ha tocado suelo y las previsiones pueden tener un efecto tranquilizante (aunque contienen muchos ajustes)", dijo el broker Kepler en una nota a sus clientes.

Los ingresos, presionados por la caída de tarifas, la evolución cambiaria adversa y la recesión en algunos de sus principales mercados, bajaron un 2,1 por ciento a 56.731 millones de euros mientras el resultado operativo antes de intereses y amortizaciones OIBDA cedió un 1,4 por ciento a 22.603 millones de euros, unas cifras ligeramente mejores que las previstas por los analistas.

Para 2010, la operadora prevé un crecimiento del OIBDA consolidado de entre un 1 por ciento y un 3 por ciento y un crecimiento de los ingresos de entre un 1 por ciento y un 4 por ciento.

Como base para esta previsión, Telefónica dijo que usará datos ajustados excluyendo la venta de su participación en la operadora Meditel en 2009 y la hiperinflación en Venezuela.

La operadora dijo que cerró 2009 con una deuda financiera neta de 43.551 millones de euros, es decir 1,9 veces su EBITDA. Para el año en curso, la operadora prevé una inversión de 7.450 a 7.650 millones de euros frente a un "capex" consolidado de 7.262 millones en 2009.

Telefónica contaba a finales de 2009 con 264,6 millones de clientes, de los cuales 169 millones se encontraban en Latinoamérica. La operadora perdió más de 2 millones de clientes de telefonía fija, pero pudo compensar este descenso con la telefonía móvil (+6,5 millones) y el negocio de banda ancha (+1 millón).

Como consecuencia de la recesión, los ingresos en España y en el resto de Europa bajaron un 5,4 por ciento, mientras que en Latinoamérica subieron un 3,7 por ciento, consolidándose esta región como principal fuente de ingresos de la operadora.

"Todavía hay cierta debilidad subyacente, con España bajo presión, Latinoamérica en una fase de ralentización notable y Europa aún no registrando un crecimiento sustancial", dijo Kepler aunque agregó que el mercado también mostraba cierto alivio al haber perdido fuerza en los últimos días las especulaciones sobre una fusión de Telefónica con su socio industrial Telecom Italia.