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Berasategui, el "tío Martín", homenajeado a través de sus discípulos estrella

EFE

Martín Berasategui ha recibido hoy un homenaje indirecto en Madrid Fusión a través del reconocimiento a once de sus discípulos, la mejor selección culinaria del mundo con delanteros como Andoni Luis Adúriz (Mugaritz) o Dani García (Calima), ambos con sendas estrellas Michelin.

"Con un nudo en el estómago de emoción, de alegrías y recuerdos" se ha encontrado el "tío Martín" con algunos de sus más distinguidos alumnos, como Joseán Alija, Eneko Atxa, Rodrigo de la Calle, Íñigo Lavado, Pepe Rodríguez Rey, David de Jorge, Erlantz Gorostiza, Antonio Sáez y Diego Guerrero.

"He sido un profesional noble y sincero, transparente y accesible a todo el mundo que ha venido a mi casa", ha dicho a Efe este maestro de maestros, quien ha recordado que hace unos años ya advirtió de que en sus fogones se estaban curtiendo profesionales hasta entonces desconocidos llamados a "ser importantes no sólo para este país, sino para el mundo entero".

Tanto que de las decenas de privilegiados que se han beneficiado directamente de sus conocimientos asevera con humor que "la mitad le puede hacer la competencia a Benedicto para ser Papa y la otra mitad le puede cambiar el color a Obama".

De los aventajados homenajeados hoy ha destacado "su entusiasmo fuera de lo normal, que se hacen autocrítica cada día y que se han gando el cariño de todo el mundo", lo que les ha llevado a "liderar la nueva revolución culinaria del país".

El "tío Martín", como se ofrece a sus alumnos por la cercanía que mantiene con ellos, se ha deshecho en elogios: "Son la camada más culta, tienen el tesón de los elegidos y el mismo entusiasmo que teníamos nosotros, y con humildad se han puesto a aprender y jóvenes han conseguido lo que jamás nadie había soñado que iba a tener este país, el reconocimiento mundial de su cocina al más alto nivel".

El admirado Berasategui, el cocinero español con más estrellas Michelin -siete distribuidas en cuatro restaurantes- sabe lo que es trabajar duro y ha transmitido esa perseverancia a sus discípulos, a quienes recuerda que no es la primera crisis que atraviesa España.

Cuando el 1 de mayo de 1993 abrió su restaurante en Lasarte, el "alma máter" de su emporio gastronómico, en el País Vasco "había mucho más paro que hoy". Y trabajo jamás le ha faltado.

Por ello recomienda a los jóvenes cocineros "llenar la vida de proyectos, que es la mejor manera de tener chispa y alegría, y no tener ni miedo ni pereza ni vergüenza, porque cuando eres capaz de dejarte la vida en el arte gastronómico eres capaz de todo".

Las nuevas hornadas que se formen en su cocina afrontarán además una competencia más amplia y dura porque la cocina en el mundo "ha subido a pasos agigantados estos últimos años", por lo que les sugiere "tener valores, ser auténticos y por encima de ser cocineros, ser personas".

"Les voy a animar al máximo. Saben que el 'tío Martín' o el 'hermano mayor Martín' ahí está para todo lo que quieran", dice con cariño el maestro.

El cocinero vasco -que ha recordado a otros chefs que no han podido asistir al homenaje como Alex Montiel, Óscar Velasco o Augusto Baltasar- ha augurado que grandes nombres de la cocina española "y del mundo" saldrán en los próximos años tras formarse junto a él, no sólo en técnicas culinarias, también como personas.

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