Este artículo se publicó hace 15 años.
Berlusconi, dispuesto a ceder sobre las denuncias de médicos a inmigrantes
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, está dispuesto a dar marcha atrás y eliminar del proyecto de ley sobre seguridad que actualmente tramita el Parlamento la posibilidad de que los médicos puedan denunciar a los inmigrantes indocumentados que atiendan.
En unas declaraciones que recoge hoy la prensa italiana, Berlusconi se muestra dispuesto a modificar el proyecto de ley presentado por su Gobierno, que ha generado cierta división en el seno de su formación política, el Pueblo de la Libertad (PDL).
"No tengo ninguna objeción en modificar el proyecto de ley", dijo el político italiano a la salida de una de sus reuniones en Bruselas con motivo del Consejo Europeo que comenzó este jueves.
Y es que 101 diputados del PDL enviaron una carta el pasado miércoles a Berlusconi en la que pedían que no sometieran el proyecto de ley sobre seguridad a un voto de confianza y que eliminara la posibilidad de que los médicos denuncien a los indocumentados a los que atiendan.
Esta muestra de desacuerdo fue más allá y ayer la diputada del PDL Alessandra Mussolini y otros nueve compañeros más presentaron una enmienda para la eliminación de este punto en el proyecto de ley sobre seguridad.
"He hablado con quien ha firmado (la carta), personas cercanas a mí que me han dicho que han firmado la carta con toda su buena fe porque representa un sentimiento que yo también comparto", dijo el primer ministro italiano en declaraciones que recoge hoy la prensa local.
"Ha habido un malentendido al respecto, porque los médicos no tienen la obligación de denunciar y (con el proyecto de ley) se quita la prohibición" de hacerlo, añadió.
El mandatario italiano explicó que lo que el actual proyecto de ley pretende es quitar la prohibición a los médicos existente en la normativa italiana de denunciar a los inmigrantes, no obligándoles a hacerlo, sino dándoles la posibilidad.
Berlusconi quiso referirse además al decreto ley aprobado por su Gobierno el pasado 20 de febrero con medidas urgentes para frenar los episodios de violencia sexual que han sembrado la alarma entre la opinión pública italiana. Entre esas medidas figura las rondas de seguridad de ciudadanos y ex policías.
Según el primer ministro, ésta fue una propuesta de sus socios de Gobierno, el partido conservador Liga Norte (LN), a la que accedieron y por la que han dado a la oposición un "pretexto" para atacar al Ejecutivo.
"Los amigos de la Liga (Norte) son exigentes en muchas cosas, por ejemplo en el asunto de las rondas. Nosotros no lo sentíamos como ellos, porque pensábamos que después sería tomado por la oposición y quizá por los medios de comunicación -como después ha sido-, como la voluntad de sustituir a la Policía y a las fuerzas del orden, cuando, sin embargo, es otra cosa", dijo Berlusconi.
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