El ex presidente del Gobierno y magnate de la comunicación Silvio Berlusconi es el político más rico de Italia con una renta declarada en 2006 de 139.245.570 euros, cifra que quintuplica los 28.033.122 euros del año anterior, según los datos publicados hoy por el Ministerio de Hacienda.

De acuerdo con estos datos, el parlamentario más pobre es el líder de Refundación Comunista, Franco Giordano, que en 2006 declaró ingresos por 124.802 euros.

Berlusconi, líder de la nueva formación política Pueblo de la Libertad, es propietario del consorcio empresarial Fininvest, del que entre otras compañías forman parte el grupo televisivo Mediaset, la editorial Mondadori y la productora cinematográfica Medusa.

La candidata a presidenta del Gobierno del partido La Derecha, Daniela Santanché, es la segunda parlamentaria más rica con una renta de 237.665 euros, y el tercero es el presidente de la Cámara de los Diputados, el comunista Fausto Bertinotti, con 233.195 euros.

La publicación de las declaraciones de los políticos llega un día después de la propuesta de recortar los "excesivos" sueldos de los parlamentarios lanzada por Walter Veltroni, el candidato del Partido Demócrata (PD) a la presidencia del Gobierno ante las próximas elecciones generales del 13 y 14 de abril.

"No podemos consentir que Italia sea uno de los países con los sueldos más bajos de Europa, mientras las retribuciones de los parlamentarios son las más altas", afirmó Veltroni.

El líder del PD también propone en su programa electoral una disminución de los parlamentarios para recortar costes, con una Cámara formada por 470 diputados (actualmente son 630) y un Senado con 100 senadores (315 en la pasada legislatura).

Según informan hoy los medios de comunicación locales, un diputado italiano gana 14.167 euros al mes, mientras que el sueldo de un francés es de 11.000 euros; el de un alemán, 10.668; un británico, 6.733 euros, y el de un español 4.782 euros.

Los altos sueldos y privilegios de los políticos se han convertido en los últimos meses en motivo de enojo de la opinión pública, sobre todo tras la publicación del libro "La Casta", que se ha convertido en un éxito editorial, en el que se describe con todo lujo de detalles y datos comprobados el despilfarro en la política.

Entre estos, los políticos pueden beneficiarse del cobro de dos pensiones, una vitalicia como parlamentario, cuya cantidad depende de las legislaturas en las que ha sido elegido, y otra por su posible segunda profesión.

Además, el Estado paga 150.000 coches oficiales y gasta 20 millones de euros anuales en vuelos para parlamentarios.