Edouard d'Archimbaud, un francés licenciado en matemáticas e informática, pensó el año pasado que estaba a punto de empezar una gran carrera en las finanzas, llena de desafíos, cuando entró por las puertas de la oficina de Lehman Brothers en Londres.

Sorprendido al ver una multitud de policías, personal y periodistas frente al edificio el 15 de septiembre de 2008, cuando llegó para su primer día de trabajo, no se dio cuenta hasta que entró de que podía haberse quedado en la cama.

"Entré en el edificio y fue mirando el titular del Financial Times como recibí la noticia", dijo a Reuters Televisión d'Archimbaud, que ahora tiene 25 años, en una entrevista.

"Me di cuenta de que había algunas personas de PriceWaterhouseCoopers. Estaban allí para asumir el mando de Lehman Brothers. Por eso me di cuenta de que era el final, de que todo el mundo estaba despedido", comentó.

D'Archimbaud se quedó una semana en Londres, mientras empezaba a hacerse público el caos y la sorpresa en torno a la bancarrota de Lehman, antes de volver a su hogar en París para encontrar un nuevo trabajo y reunirse con los amigos de los que se había despedido apenas unas semanas antes.

Durante el verano, el joven había trabajado tres meses como becario en un equipo de comercio, después de de esto Lehman le ofreció un trabajo que nunca pudo comenzar.

Ahora, después de pasar casi un año en París trabajando en Cheuvreux, una unidad del banco francés Credit Agricole, dice que está "empezando una nueva vida" ayudando a empresas a recortar gastos y evitar llegar a la quiebra.

Hace unas pocas semanas decidió dejar Cheuvreux para trabajar a tiempo completo en una empresa que ha montado con unos amigos y que ofrece un software que permite a las empresas predecir sus ventas y ahorrar dinero.

"De algún modo, ayudamos a las empresas a correr menos riesgos", comentó d'Archimbaud, que aún tiene fresca su experiencia con Lehman.