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Blanco quiere ahorrar 11.479 millones en energía hasta 2020

Lanza un plan de eficiencia centrado en transporte y vivienda

A. M. VÉLEZ / M. ALBA

Más medidas para paliar la elevada dependencia española respecto al petróleo. El ministro de Fomento, José Blanco, anunció ayer un plan de eficiencia energética centrado en el transporte y la vivienda (responsables, respectivamente, del 40% y el 17% del consumo energético nacional) que, según su departamento, permitirá un ahorro bruto (sin contar las inversiones) de 11.479 millones de euros entre este año y 2020. El 82% de esa cifra (9.489 millones) está vinculado al ferrocarril, una de las grandes apuestas de Blanco y que, como recuerda Fomento, tiene un coste energético hasta 3,1 veces inferior al del transporte por carretera.

La iniciativa, 'con medidas concretas, cuantificables y aplicables', según el ministro, persigue reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en cerca de 36,43 millones de toneladas, cifra que supone cerca del 10% de las emisiones totales de España. El plan recoge el conjunto de actuaciones lanzadas hasta ahora por Fomento en materia de ahorro y eficiencia e incorpora otras nuevas. Se enmarca, según el Ministerio, en la 'estrategia global' del Ejecutivo en esta materia y llega tras la aprobación, hace un mes, de un plan urgente por parte del Ministerio de Industria, que contemplaba un ahorro anual de 2.300 millones, con una inversión asociada de 1.151 millones, frente a los 1.479 millones de ahorro anual previsto en el plan presentado ayer por Fomento, que no facilita una cifra de inversión global.

El departamento de Blanco sí cuantifica (en 805 millones) el coste de cien medidas 'operativas' que supondrán un ahorro de 2.589 millones a lo largo de la próxima década. De ese centenar de iniciativas, 55 tienen que ver con el ferrocarril; el resto se reparte entre el sector aéreo y la vivienda (9 en ambos casos), marítimo (8), carreteras (4) y medidas de carácter general.

Las principales novedades en materia ferroviaria serán la sustitución del consumo de diésel en las locomotoras (en la actualidad, este combustible supone un 27% del parque de Renfe) por electricidad, lo que permitirá ahorrar 139 millones, o un plan de eficiencia energética de material rodante que reducirá en 256 millones los costes.

En lo que respecta a la edificación, destacan la obligación de que las viviendas usadas que se pongan a la venta o en alquiler tengan una etiqueta energética (hasta ahora, sólo era obligatorio para las nuevas), los incentivos fiscales a la rehabilitación, el impulso a las energías renovables o la sustitución de lámparas convencionales por las de tecnología LED; y en transporte por carretera, aéreo y marítimo, las medidas más significativas son la racionalización de los puntos de luz, la mejora de la iluminación de los túneles, la implantación de las renovables en los puertos y la instalación de vehículos eléctricos en los aeropuertos.

Para la elaboración de las nuevas medidas anunciadas ayer, Fomento no ha contado con el Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE), según fuentes de este organismo, adscrito a Industria y que habitualmente se encarga del diseño a largo plazo de las medidas de ahorro y eficiencia.

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