Este artículo se publicó hace 13 años.
"Blazing combat", o cuando un cómic se enfrentó al ejército de Estados Unidos
Corría el mes de octubre de 1965 cuando la editorial Warren publicó el primer número de la revista "Blazing combat", una proclama antibelicista que ponía en tela de juicio la Guerra de Vietnam. La censura del ejército estadounidense provocó que tan sólo se editaran cuatro números, obras de culto que Norma acaba de lanzar en una edición integral traducida al castellano.
Para comprender la relevancia esta publicación hay que retrotraerse a los EE.UU. de la época, una nación unida en contra del enemigo que se escondía en las selvas del país asiático; pocos estadounidenses cuestionaban la justicia del conflicto militar y aún faltaban tres años para que el célebre periodista Walter Cronkite cambiara el sentido de la opinión pública.
El Ejército prohibió la distribución de "Blazing combat" en bases militares, y los mayoristas de prensa, a instancias de la Legión Estadounidense (asociación de veteranos), también renunciaron a ponerla en circulación. Aquellas medidas, en la práctica, supusieron la muerte de la revista.
El nacimiento de la misma se debió a la vitalidad empresarial de James Warren, que en 1965 era el director de Warren Publishing, una pequeña editorial que contaba con un título de éxito: "Creepy", revista de cómics de terror que seguía la estela de las obras publicadas por EC en la década de los cincuenta.
Decidido a engrosar el catálogo de la compañía, Warren alumbró una nueva publicación, de corte bélico en este caso, que vio la luz bajo el nombre de "Blazing combat". Como guionista y editor se escogió a Archie Goodwin, considerado en la actualidad como una de las figuras más relevantes en la historia del cómic.
El primer ejemplar de la revista cosechó unas ventas más que aceptables, pero los problemas llegaron nada más lanzarse el segundo número de la publicación, el cual incluía un relato ambientado en Vietnam y llamado "¡Paisaje!".
"Es la historia de un granjero vietnamita que se ve atrapado en medio de la guerra. Supongo que cuando ese número salió, quien fuera el que revisara las publicaciones para su distribución en las bases militares la rechazó, porque la historia parecía dar a entender que los soldados de EE.UU. estaban asesinando a civiles", apuntó Goodwin en una entrevista incluida en el cómic y realizada en 1993.
A renglón seguido se produjo el boicot indiscriminado y el progresivo estrangulamiento de "Blazing combat", que sólo pudo distribuir dos números más de la serie hasta la fecha de su defunción, en julio de 1966.
"Warren me preguntó si creía que estábamos haciendo historias en contra de los militares, y yo le dije: 'Creo que estamos haciendo historias que probablemente vayan en contra de la guerra, pero que expresan compasión hacia todos aquellos que están obligados a combatir", explicó Goodwin.
La carga simbólica de "Blazing combat" no es sino uno de sus grandes valores, ya que en estas páginas también se dieron cita autores tan significativos como Al Williamson, Alex Toth, Joe Orlando, Rush Heath, Wally Wood, Gene Colan o John Severin, sin olvidar las magníficas portadas de Frank Frazetta.
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