Público
Público

El BM y el FMI alertan del impacto mundial del alza de los alimentos

EFE

El Banco Mundial y el FMI alertaron hoy de que el alza de los precios alimenticios ha destruido gran parte de los avances en el combate contra la pobreza y ha avivado la inflación en todo el planeta.

El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, llevó un paquete de arroz y un bollo de pan a su rueda de prensa previa a la Asamblea de Primavera conjunta de ambos organismos para ilustrar el drama humano que supone la subida del valor de esos productos básicos.

"En muchos países en desarrollo los pobres gastan hasta el 75 por ciento de sus ingresos en comida", afirmó Zoellick, quien hizo un llamamiento mundial para responder al problema.

"La comunidad internacional debe de cubrir al menos el hueco de 500 millones de dólares en el programa alimenticio de las Naciones Unidas para satisfacer las necesidades de emergencia", señaló Zoellick.

El aumento de los precios ha sido el detonante de manifestaciones, en algunos casos violentas, en países tan distantes como Pakistán, México, Egipto o Haití.

En la nación caribeña han muerto al menos cinco personas durante las revueltas.

El responsable de la institución financiera calculó que el efecto de la actual crisis alimenticia en la reducción de la pobreza en el mundo equivale a siete años perdidos.

El valor de los alimentos ha subido un 48 por ciento desde finales de 2006 y la escalada llega en un momento especialmente difícil para el planeta.

Según Dominique Strauss-Kahn, director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía mundial está "entre el hielo y el fuego".

El "hielo" es una frenada económica brusca, que hará que el mundo deje atrás el crecimiento del 4,9 por ciento registrado en 2007, tras varios años de esplendor, y marque un 3,7 por ciento en 2008, según el Fondo.

El "fuego" es el alza de precios de los alimentos y la energía, que se siente desde Madrid hasta Puerto Príncipe.

No obstante, donde quema más es en África y un puñado de países en otras regiones, como Haití, Mongolia y Afganistán.

Para gran parte del continente negro la subida de esos precios supondrá un empeoramiento de más de un uno por ciento de su sector externo entre 2007 y 2008, un impacto que el jefe del FMI consideró "gigante".

El efecto "es probablemente mayor que la mayoría de los choques (económicos) en el pasado", dijo Strauss-Kahn.

En Europa, las cuentas corrientes de la mayoría de los países sufrirán un deterioro de menos del uno por ciento por esta causa, mientras que ganarán los grandes exportadores, como Argentina, Brasil, Estados Unidos, Rusia y Australia.

Bolivia y Paraguay también se beneficiarán, al tiempo que el resto de América Latina se verá "moderadamente" perjudicada.

Según el Banco Mundial, los elevados precios de los alimentos se prolongarán durante años, debido en gran medida a la mayor producción de biocombustibles, que está desviando parte de la cosecha de granos como el maíz.

Mientras, con un crecimiento de tan solo el 3,7 por ciento este año, el mundo no está lejos de una posible recesión.

El FMI considera que existe un 25 por ciento de posibilidades de que el PIB del planeta solo se expanda un tres por ciento, una cifra que considera "equivalente" a una recesión mundial.

Esta tasa implicaría una contracción en países avanzados importantes y una desaceleración marcada en naciones de alto crecimiento, como China e India, explicó a Efe Subir Lall, coordinador del informe de previsiones económicas de la institución.

Los mercados emergentes han soportado bien la crisis hasta ahora, reconoció Strauss-Kahn, pero aseguró que "no son inmunes" a ella.

Alertó del riesgo de "una parada súbita o, por lo menos, una reducción drástica" de los flujos de capital hacia los países en desarrollo, que golpearía en particular a las naciones que dependen más del dinero externo para su financiación.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias