Este artículo se publicó hace 14 años.
BMW-Oracle ante el reto de devolver la Copa a Estados Unidos después de 15 años
El BMW-Oracle, el desafiante estadounidense de la 33 Copa del América, se medirá a partir del lunes en aguas de Valencia al defensor suizo Alinghi, con el reto de devolver el trofeo a Estados Unidos quince años después de que los neozelandeses se lo arrebataran en San Diego en 1995.
Con ese fin, el multimillonario Larry Ellison, propietario de la compañía de software Oracle, creó en mayo de 2000 el equipo Oracle Racing, al que dos años después, se le unió BMW para formar un matrimonio, hasta el momento indisoluble, al que se le resiste el triunfo en la competición deportiva más antigua del mundo.
Para la campaña de 2003, celebrada en Auckland (Nueva Zelanda), la 31 edición, el equipo estadounidense fue el 'challenger of record' -primer desafío inscrito y el que acuerda las normas de la siguiente Copa con el ganador- y fue finalista de la Copa Luis Vuitton, pero Alinghi le arrebató su pase al Match al ganar 5-1.
De nuevo, como primer desafío inscrito, el equipo de Ellison trabajó con los suizos para celebrar la 32 edición en Valencia, en la que ha sido calificada como la mejor de la historia y en la que los estadounidenses no pudieron pasar de las semifinales al caer, de nuevo por 5-1, en esta ocasión ante el Luna Rossa italiano.
En los tribunales, el sindicato estadounidense logró invalidar el Club Náutico Español de Vela y el Protocolo que había firmado con Alinghi como challenger of record para la 33 Copa América y convertirse en primer desafío inscrito de esa edición.
Su periplo por los juzgados neoyorquinos ha forzado una edición bajo las normas que establece el Deed of Gift, documento fundacional de la Copa América, para cuando no hay mutuo acuerdo entre defensor y desafiante, por lo que Valencia vivirá un duelo entre BMW-Oracle y Alinghi al mejor de tres regatas en multicascos.
Para su tercer asalto a por la Jarra de las Cien Guineas, el equipo estadounidense, que compite por el Golden Gate Yatch Club de San Francisco, pondrá en liza al USA-17, un monstruo tecnológico de 90 pies de eslora (27 metros) y una altura de 60 metros.
El barco fue botado en agosto de 2008 y en noviembre del año siguiente, el BMW-Oracle desveló una vela rígida enorme -conocida como ala-, la mayor jamás construida y que se ha convertido en su principal baza tecnológica para conquistar la Copa.
Con 60 metros de altura, un peso de 3.500 kilos y una superficie de 650 metros cuadrados, el ala ha permitido mejorar el rendimiento del ya de por sí rápido trimarán estadounidense, así como su maniobrabilidad.
Con el reto de recuperar el trofeo para las vitrinas estadounidenses, donde permaneció durante más de 130 años, Ellison ha juntado a un equipo internacional con los mejores de todo el mundo en sus respectivas especialidades formado por una media de 90 personas de diecisiete países distintos.
La responsabilidad deportiva recae en el tres veces campeón de la Copa del América -dos con Nueva Zelanda y una con Alinghi-, Russell Coutts, que dejó el equipo suizo por desavenencias con su jefe, Ernesto Bertarelli, y fichó por Ellison en 2007 para dirigir un proyecto que conquistara por fin el trofeo para Estados Unidos.
Junto a Coutts, otros buenos conocedores de la Copa del América y expertos regatistas y diseñadores han trabajado para que se cumpla el sueño del excéntrico multimillonario estadounidense, que posee la cuarta mayor fortuna del mundo y un éxito en la vida profesional que se le niega en la deportiva.
Entre ellos, el caña australiano James Spithill, el táctico John Kostecki, el director de diseño Mike Drummond, el coordinador de diseño Ian Burns y un equipo de construcción con Tim Smyth y Mark Turner en la dirección.
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