Como otras plazas europeas, la bolsa española retomaba decididamente la tendencia bajista el jueves tras el intento alcista de las dos jornadas previas, que propició tomas de beneficios en un ambiente reticente y desconfiado.

"Dos días de mejoras son más que suficientes para tomar beneficios, el panorama macroeconómico, el ambiento sobre los bancos y los mercados es bastante negativo y la gente aprovecha los saltos para deshacer posiciones", explicó un operador.

Los bancos, que en las dos sesiones previas habían recuperado posiciones de forma clara, se llevaban la peor parte y la elevada ponderación de Santander y BBVA arrastraba al índice de los 35 valores líderes más de un dos por ciento a media sesión.

Las acciones de Santander se dejaban un 4,75 por ciento mientras que las de BBVA cedían algo más de un tres por ciento a media sesión.

El peso pesado del mercado, Telefónica, retrocedía poco más de un uno por ciento mientras otro de los grandes, Repsol contribuía al descenso con un recorte de más del 2,5 por ciento.

El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, dijo al periódico británico Daily Mail que la economía global está en camino este año de registrar su peor recesión desde los años 30 y pronosticó una contracción entre el uno y el dos por ciento este año.

Por su parte, Japón anunció hoy una reducción de su economía en el último trimestre del año pasado del 3,2 por ciento, la mayor contracción desde la crisis del petróleo de 1974.

En este contexto, el Ibex-35 bajaba un 1,97 por ciento a media sesión mientras el europeo Eurofirst 300 se dejaba un 1,6 por ciento.

Endesa, que esta mañana dijo que su nuevo plan estratégico 2009-2013 prevé inversiones por importe de 13.500 millones de euros centradas en el crecimiento orgánico y el mantenimiento de sus instalaciones, era una de las escasas excepciones de la sesión, con alza del 0,56 por ciento.

Los títulos de Metrovacesa subían el jueves un 40 por ciento en Bolsa sin que los expertos pudieran explicarse los motivos salvo la falta de liquidez del valor y el poco volumen negociado, que provoca que se pueda mover la cotización con muy poco efectivo.

Iberia, que en los últimos días había recuperado posiciones ante las expectativas de la próxima fusión con British Airways, eran el jueves objeto de tomas de beneficios y retrocedían un 3,6 por ciento.